Las bodegas biodinámicas Recaredo, de Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona) y Familia Nin Ortiz, de Porrera (Tarragona) han entrado en el selecto club Renaissance des Appellations, la agrupación de 175 viticultores biodinámicos de todo el mundo que persigue garantizar vinos originales con expresión de terruño, han informado a Europa Press las dos empresas.

Recaredo cultiva 50 hectáreas de viña y Nin Ortiz diez, y con estas dos empresas ya son cinco las bodegas de España que integran el selecto club al que pertenecen también la navarra Bodegas Lazaun y otras dos catalanas, la barcelonesa Albert i Noya y la gerundense Mas Estela.

La familia y el equipo de Recaredo considera "un honor" compartir este espacio de la Renaissance des Appellations con bodegas por las cuales sienten una gran admiración como, por ejemplo, Humbrecht (Alsacia), Lefleve (Borgoña), Nicolàs Jolly (Loira), Benoít Lhaye y David Leclapart (Champagne), Mas Estela (Empordà) o Esther Nin (Priorat), así como otros viticultores que elaboran grandes vinos de terruño, ha asegurado el director de la compañía Ton Mata.

La enóloga de de Nin Ortiz, Esther Nin, afirma, por su parte, que nunca se imaginó poder entrar en este club al que lleva siguiendo mucho tiempo.

Los nuevos miembros de la asociación son escogidos por un comité de cata integrado por reconocidos viticultores que tienen que dar un veredicto por unanimidad respecto a la entrada de los nuevos miembros.

La viticultura biodinámica es un paso más de la agricultura ecológica que se basa en las teorías del filósofo austriaco Rudof Steiner, quien planteó en los años veinte del siglo XX a los agricultores estimular la tierra con las energías del cosmos e interrelacionar el mundo animal y vegetal.

Los viticultores que apuestan por la producción biodinámica abonan con preparados a base de estiércol, labran con animales, trabajan con extractos de plantas y utilizan la fitoterapia.