Unos 5,5 millones de niños sirios están afectados por el conflicto armado dentro de Siria y refugiados en los países vecinos, un colectivo que corre el riesgo de convertirse en una "generación perdida", denunciaron este lunes varias agencias humanitarias de Naciones Unidas.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) han unido sus fuerzas junto a varias ONG como Mercy Corps, Save the children y World Vision para pedir a la comunidad internacional una "acción conjunta" y evitar a largo plazo las "devastadoras" consecuencias del conflicto.

Las cinco organizaciones advirtieron, a través de un comunicado, que si no se pone fin inmediatamente "al horror" de esa guerra y sin el aumento de la inversión en educación y protección, toda una generación podría perderse tanto en Siria como en la región en general.

A través de la página de recogida de firmas Change.org, estas organizaciones piden a los ciudadanos que se unan a su llamamiento para exigir actuar a todos aquellos que tengan alguna responsabilidad o capacidad para "acabar con el sufrimiento de los niños y salvaguardar su futuro".

Su objetivo es lograr al menos un millón de apoyos antes de que la guerra llegue al final de su tercer año, el próximo 15 de marzo.

Estas organizaciones piden el fin de la violencia y el respeto del derecho humanitario por las partes, incluido el fin del reclutamiento de niños; el fin del bloqueo de la ayuda humanitaria y el fin de los ataques a los trabajadores en instalaciones humanitarias como escuelas y hospitales.

Además, reclaman "un renovado compromiso con la reconciliación y la tolerancia", con la participación de niños y jóvenes; así como más inversión en educación y protección psicológica de todos los menores afectados por el conflicto.

"Los niños necesitan ayuda para recuperarse de los traumas que han afrontado y adquirir las habilidades necesarias para ayudar a reconstruir su país y reforzar la estabilidad de la región", afirman.