La diferencia sistemática entre hombres y mujeres, también en este campo, ha hecho que el Ministerio de Sanidad haya decidido incluir el enfoque del sexo en la próxima encuesta. Tanto en el estado general como en enfermedades crónicas, accidentes domésticos, autonomía personal..., las mujeres se llevan la peor parte.

 

Los profesionales de la salud creen ya que la mujer enferma de forma distinta al hombre por sus características biológicas, fisiológicas y genéticas; pero la investigación apenas ha prestado atención a este hecho. Hasta hace una década, se daba por supuesto que el sistema reproductivo era la única diferencia médica entre sexos. Hoy ya no es así y, por ejemplo, desde 1992 se incluye a la mujer en ensayos clínicos en porcentajes representativos, pues hasta entonces, los grandes compuestos sólo se probaban en hombres, según se dijo en el V Encuentro Nacional de Medicina de la Mujer.

 

Factores de diferencia

 

Los factores que hacen diferente la salud de la mujer son dos: biomédico y  psicosocial. «Genes, metabolismo y hormonas, por un lado, y el papel de la mujer en la sociedad influyen en su patrón de enfermedad», según el doctor Santiago Palacios.

 

La diferencia queda patente en la epidemiología de algunas enfermedades. Así, la artritis o la depresión son más propias de mujeres. La forma de vida también afecta. La mujer vive más tiempo (83,3 años frente a los 76,6 del hombre), pero con peor calidad, mientras que la vida del hombre se ha acortado porque fuma y bebe más. No obstante, a medida que la mujer adquiere rasgos de la personalidad masculina su esperanza de vida puede variar.