Miguel Ángel Silvestre: "No fumo, pero tengo desde pequeño esta voz: me llamaban 'El Ronqui'"

Miguel Ángel Silvestre es Alberto en Velvet, la serie con la que Antena 3 logró reunir en su primera emisión a casi cinco millones de espectadores ante el televisor. El argumento: un amor atenazado por las convenciones sociales y un Madrid que copia la opulencia y la sofisticación del Nueva York de los años cincuenta. Él es el galán. Aunque, en este caso, se trate de un personaje "inocente, lleno de fragilidad", explica.

'Velvet' presenta una Gran Vía madrileña llena de cancanes y glamur. ¿Cree que la ciudad fue así alguna vez?

En los 50 convivieron en España diseñadores de alta costura muy relevantes. La serie se mantiene fiel a esas referencias pero, a la vez, se permite licencias para hacer el cuento más bonito y visual.

La serie se centra en las diferencias entre clases sociales. Hoy en día... ¿hay clases... y clases?

Antes era algo muy notorio y formaba parte de la sociedad. Ahora mismo pueden existir pero se vive más por debajo. Y siempre hay gente que se enamora a fuego desde el corazón y gente que juega a otro juego.

En el primer capítulo ya se han cargado a uno de los protagonistas. ¿Se salió del presupuesto?

El presupuesto de la serie, para los tiempos que corren, ha sido generoso. Es un gusto. En cuanto a Tito Valverde, fue una pasada que participara en el primer capítulo. No descarto que vuelva a aparecer, hay muchas incógnitas en torno a su personaje.

Otra vez de galán. ¿Se ha sentido alguna vez hombre objeto?

No, y nunca me ha molestado que me llamen para estos papeles. Adoro esta profesión y me gusta trabajar, preparar el personaje... Luego me saldrá peor o mejor, pero me deslomo con cada uno de ellos.

La serie está ambientada en los 50. ¿La política actual nos traslada a aquellos tiempos?

La política que hacen ahora los políticos... sin duda, no es actual. No tiene los ojos lo suficientemente abiertos como para ver dónde están los ciudadanos, cuáles son sus sentimientos y sus deseos.

Las series con mayor audiencia  (Cuéntame, Tiempo entre costuras...) también están ambientadas en décadas atrás. ¿El pasado es más rentable?

No sé. En lo que respecta a Velvet, creo que a la gente le ha gustado porque habla de amor y deja buenas sensaciones. Hoy tenemos ya suficiente drama y violencia fuera de casa como para, además, no poder relajarse en el sofá.

B&B rivaliza con ustedes en la parrilla de los lunes. ¿Cómo se vive esa competencia entre compañeros de profesión?

Rindiéndote. Es algo que tú, como actor, no controlas, un deporte que juegan entre las cadenas y al que tú no sabes jugar, ni debes. Tú te ilusionas con el proyecto y lo das todo durante el rodaje. Luego cierras los ojos y cruzas los dedos para que se puede renovar y hacer una segunda temporada. Por ahora, sí, las cosas han ido bien y la gente está muy contenta.

Duque... ¿cómo mantiene el ducado con la que está cayendo?

El personaje de El Duque... fue un piropo, un personaje con el que me lo he pasado muy bien y me ha traído cosas muy bonitas. En el plano laboral me siento muy afortunado... y agradecido, ¡tengo trabajo! Muchos amigos y compañeros están desempleados y no es por falta de talento, ni entrega ni compromiso. Es parte de la situación que vivimos todos los españoles.

Y... ¿cuántos 'ducados' tuvo que fumarse para tener esa voz?

(Risas) Yo no fumo. Con el personaje de Sin tetas no hay paraíso estuve trabajando mucho para que la voz sonara de esa manera. De todas formas, he de reconocer que desde pequeño me han llamado 'Ronqui'. Mi padre dice que ya cuando era niño tenía la voz así.

¿Qué hay de manso en Silvestre?

Lo de manso... me lo ha dado la edad. Aunque tiendo a no serlo.

Es castellonense, de la tierra con más festivales musicales por metro cuadrado. Habrá estado en el FIB...

Sí, muchas veces. De pequeño saltaba la valla con mis amigos para poder verlo; ahora, he conseguido que me regalen la entrada. Entre la gente de Castellón existe la idea de que no podemos pagar para ir al FiB, esto es así...  Y la música, me encanta y la practico: toco el saxofón, sobre todo clásicos del jazz...

Entonces, ¿aún puede quitarse las gafas de sol en Castellón o eso es cosa del pasado?

Cuando voy, por ejemplo, a la Magdalena, las fiestas de Castellón, suelo ir a la coya (peña) de algún amigo o directamente a las tracas, donde la gente está pendiente de los fuegos artificiales... Pero, bueno, la verdad es que en Castellón nos conocemos todos y al final se lleva bien. Por lugares concurridos, como la Puerta del Sol de Madrid, también puedo pasear sin problemas aunque no es cuestión de quedarme allí parado... Soy muy vergonzoso y si empiezan a saltar los flashes, lo paso mal...

Sus compañeros fueron muy reivindicativos en los Goya. ¿Qué pegatina habría llevado si hubiera recogido algún premio?

Me hubiera puesto dos: una, para pedir que se trabaje contra la piratería. Y desde el lado del corazón, pediría que bajaran el IVA cultural.

¿Cómo ve la televisión cuando está en el sofá de casa?

Veo El hormiguero y, a través de la web de Filmin, muchas películas y series en streaming. Sigo Breaking Bad, Homeland.. Y he visto completas Lost, El tiempo entre costuras y Mad Men.

Nació en Castellón de la Plana en 1981. Iba para tenista, pero una lesión en el hombre le obligó a colgar la raqueta. Saltó a la fama en 2008 gracias al papel de El Duque en la serie Sin tetas no hay paraíso. Desde entonces, ha trabajado en media docena de películas (entre ellas Verbo o The Pelayos) y ha sido chico Almodóvar en Los amantes pasajeros. Hoy protagoniza la serie Velvet en Antena 3.