Y es que todo cambia y los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) así lo reflejan. Hace diez años, las coruñesas se casaban a los 25 y 26 años y ellos rondaban los 28. Actualmente, la media está en 29-30 para ellas y 30-31 para ellos. Sin prisa, pero sin pausa.

1.100 bodas al año

Porque casarse vuelve a estar de moda. Con 1.072 enlaces en 2005, se vive un ligero repunte que confirma que dar el sí quiero no decae y se mantiene con unas 1.100 ceremonias al año desde hace una década.

Las dos diferencias están en que los novios cada vez son más mayores y en lo que hacen tras la boda. Antes esperaban unos años para buscar un hijo. Ahora es la primera medida que toma la mayoría.

«Simplemente por la edad tardía». Así explica estas prisas el decano de la Facultad de Sociología, José Luis Veira Veira, experto en familia, quien también subraya que actualmente en muchos casos la boda responde a la decisión de tener descendencia: «Tener hijos implica un grado mayor de compromiso social, realmente no estás casado hasta tener hijos».

Descendencia con papeles... o no

Tras años conviviendo como pareja de hecho, muchas coruñesas deciden dar el sí quiero antes de dar a luz. Se busca tener los papeles en regla. «No es tanto una cuestión de creencias, sino de consecuencias, de orden práctico», explica el sociólogo José Luis Veira. Pero no todos piensan así. Una de cada cuatro parejas que tuvieron hijos en 2005 no estaban casadas. Representan el doble que hace diez años: en 1996 eran el 13%.