Al menos cinco personas murieron y 31 resultaron heridas el lunes en una explosión en el Ministerio iraquí de Obras Públicas, en Bagdad, de la que ha salido ileso el vicepresidente Adel Abdel Mahdi, informaron fuentes policiales.

La detonación, de origen aún desconocido, afectó al interior de la sala de reuniones en la que Mahdi, chií, estaba reunido con el ministro iraquí de Obras Públicas, Riad Gharib, que también ha salido ileso, añadieron las fuentes.

La mayoría de las víctimas , que fueron trasladas al hospital de Yarmuk, son funcionarios del Ministerio, y las autoridades no descartan que el número de muertos pueda aumentar a medida que pasan las horas.

Tres muertos en otros dos atentados

En otros dos atentados en la misma jornada en Bagdad, al menos tres resultaron heridas, según fuentes policiales iraquíes.

Dos policías fallecieron y otro ha quedado herido al golpear su vehículo una bomba colocada en la carretera en Rustomiya, en el sur de la capital.

Mientras, un civil murióy otros dos resultaron heridos tras el lanzamiento de un proyectil de mortero contra la calle Nidal, en el centro de Bagdad.

Este recrudecimiento de la violencia llega después de el cabecilla rebelde chií Muqtada Al Sáder predijese que el plan de seguridad instaurado por el Gobierno iraquí para frenar la violencia en Bagdad está condenado al fracaso.

"Estoy bastante seguro, como les sucede a todos los iraquíes oprimidos, de que el plan de seguridad será inútil. Estamos viendo estallar los coches bomba y llevarse con ellos las vidas de miles de nuestros seres queridos bajo un plan ideado por los ocupantes", dijo Al Sáder.