Condenados a 18 y 16 años por el asesinato de la limpiadora de un banco donde intentaron robar

La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a R.G.T. y a M.I.C., a 18 y 16 años de cárcel, respectivamente, por un delito de asesinato, por matar de un disparo a la empleada de la limpieza de una sucursal bancaria de Santa Cruz de Retamar (Toledo), en la que intentaron robar.
Audiencia provincial de Toledo
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EUROPA PRESS
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Así se desprende de la sentencia, recogida por Europa Press, en la que también se condena a cada uno de estos dos procesados, que fueron juzgados el pasado mes de enero junto a R.G.H., a dos años de cárcel como autores de un delito intentado de robo con intimidación, con la atenuante de obrar bajo la adicción de las drogas.

Del mimo modo, se condena a cada uno de ellos como autores de un delito de tenencia ilícita de armas, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad, a un año y seis meses de cárcel.

En total, el acusado R.G.T. ha sido condenado a 21 años y seis meses por estos hechos, mientras que el acusado M.I.C. ha sido condenado a 19 años y seis meses de prisión. Además, deberán indemnizar, conjunta y solidariamentte, a los herederos de la víctima —M.M.C.— con la cantidad de 70.000 euros.

Finalmente, se condena a R.G.H., que fue juzgado por estos hechos y que conducía la furgoneta en la que fueron los otros dos acusados a atracar el banco, como autor de un delito intentado de robo con intimidación, con la atenuante de obrar impulsado por su adicción a las sustancias estupefacientes, a un año y tres meses de cárcel.

Fundamentos de derecho

En sus fundamentos de derecho, el Tribunal toledano estima —en cuanto al delito de asesinato— que se hizo uso de una pistola y que la misma es disparada contra una persona "que no tenía en su poder instrumento alguno con que pudiera repeler la agresión".

Asimismo, añade que la víctima fue sujetada por la espalda, "para evitar que pudiera huir, que era su intención", y que el disparo se realizó a corta distancia, "unos dos o tres centímetros de su cuerpo, según expusieron los forenses que han realizaron la autopsia".

Por tanto, concluye que en estos hechos "ni tan siquiera se produjo la posibilidad de una defensa pasiva ya que las condiciones en las que la víctima se hallaba no tenían la posibilidad de apartar la pistola". Por lo que para la Sala "resulta claro" que concurre alevosía en la muerte de esta mujer.

En lo que se refiere a los delitos de robo y tenencia ilícita de armas, la Audiencia Provincial señala que "no existe discusión" ya que "los acusados reconocieron que su plan inicial era sustraer el dinero que hubiera en el banco de Santa Cruz de Retamar" y que "cometieron el delito de tenencia ilícita de armas".

Hechos probados

Con todo ello, la Sala considera como hechos probados que en mayo de 2012 los acusados coincidieron en Torrijos (Toledo) donde idearon robar una sucursal bancaria de Santa Cruz de Retamar, por lo que día antes se desplazaron a esta localidad para inspeccionar la zona.

Así, añade que el día de los hechos llegaron al lugar en una furgoneta que conducía el también condenado R.G.H. y que ambos portaban dos pistolas para la "conminación de las personas que en la entidad bancaria pudiera haber", y que cuando una empleada y la directora llegaron a la mismas fueron abordadas por ambos, "obligándolas bajo amenazas" para que entraran dentro de la entidad.

Una vez dentro, la sentencia señala que R.G.T. ató a la empleada con unas bridas mientras que M.I.C. se quedó con la directora del banco con el fin de que procediera a la apertura de la caja fuerte, la cual tenía un retardo de apertura de unos 10 minutos.

En espera de la apertura de la caja llegaron a la sucursal otros dos empleados más que fueron inmovilizados por R.G.T. para, más tarde, llegar al banco la empleada de la limpieza que trató de marcharse al ver a R.G.T. con un arma en la mano.

Momento en el que, añade la sentencia, fue sujetada por este acusado iniciándose un "leve forcejeo" en el curso del cual R.G.T. "hizo un disparo" que causó la muerte a esta mujer por shock hipovolémico. Luego añade que metió el cuerpo en la sucursal dejándolo caer junto a los otros empleados y marchándose del lugar.

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