Si un bebé es frágil, los prematuros lo son aún más, ya que sus órganos son más inmaduros. Sólo hay que recordar a Amillia, un caso "extraordinario", ya que nació con 21 semanas y 283 gramos y estuvo cuatro meses en el hospital. La llamaban la ‘niña bolígrafo’, porque con sus 24 cm, sus pies se escapaban de las manos de los padres.

Se estima que en España nacen al año entre 30.000 y 40.000 niños prematuros (que nacen antes de la semana 37 de gestación, cuando un embarazo a término es de 40), según las cifras que manejan el Hospital La Paz y el Gregorio Marañón (ambos de Madrid).

"Una tasa que en los últimos años ha aumentado ligeramente, aunque la mortalidad ha descendido", señala Jesús Pérez, neonatólogo de La Paz. Entre otras razones, por la edad avanzada de la madre, los tratamientos de fertilidad que provocan embarazos múltiples, en mujeres con trabajos estresantes "o cuando la gestación no está controlada, que puede corresponder a un bajo nivel socioeconómico", apunta Manuel Sánchez-Luna, jefe de sección de neonatología del Marañón.

"Deben aprender a sobrevivir y crecer a la vez·, indica. Una lucha más complicada cuanto más pequeños son. A partir de las 22 semanas (los más inmaduros y de mayor mortalidad), cada día que pasan en el útero es crucial porque consiguen un gran desarrollo. Nacer con ese tiempo también puede acarrear secuelas pulmonares, nutricionales, de crecimiento y neurológicas, las más graves. Problemas que disminuyen cuanto más mayores nazcan. Las posibilidades de que Amillia sobreviviera eran mínimas, pero el límite lo ponen los niños, no los médicos, como explican desde el Marañón. «Es una excepción y no ocurrirá igual con el resto de niños», puntualiza Rodríguez.

El método canguro

Los cuidados hacia los bebés prematuros son esenciales para que evolucionen de forma favorable. De hecho, se ha comprobado que los padres cumplen un papel muy importante cuando el niño aún está en la incubadora. Ahora, mediante el método canguro se permite a los padres tener contacto piel con piel con su hijo para que éste pueda sentirse protegido y escuche los latidos del corazón de la madre. De esta forma se ha comprobado que ganan peso y maduran más rápido desde el punto de vista neurológico y son capaces de luchar mejor contra las infecciones, indican desde el Hospital La Paz.

Dos nacimientos antes de tiempo

Begoña Ros Gómez madre de dos niños prematuros. "Estaba convencida de que viviría"

Los dos niños fueron prematuros. El primero nació en 2001 con 34 semanas de gestación y 1,600 kg, aunque luego bajó a 1,400 kg. Fui a una revisión durante el embarazo y el doctor me dijo que había que ir corriendo al quirófano porque al niño le faltaba oxígeno y si no lo sacaban, iba a morir. No me dio tiempo ni a pensar. Fue horrible, estaba yo sola y no pude siquiera llamar a nadie. Además, no pensaban que fuera a sobrevivir.

Estuvo un mes en la incubadora con ventilación asistida, ya que sus pulmones no habían madurado del todo, y con un derrame de líquido encefalorraquídeo. No podía ni darle el pecho, sólo tocarle desde fuera. Con la segunda fue todo mejor. Ingresé poco antes de dar a luz y me dio tiempo a ponerme inyecciones de maduración que ayudaron a la niña a formarse. Nació con 29 semanas y poco más de un kilo. Pasó dos meses en incubadora, pero yo estaba convencida de que sobreviviría. Los dos están bien ahora. Aunque la pequeña aún tiene secuelas y no es igual que un niño de su edad (al mes otros niños están como ella está ahora con seis), está perfecta y muy bien atendida por especialistas.