Desde su modesto estreno en noviembre (cuando apenas alcanzó el 3,9% de cuota de pantalla), Zapeando ha incrementado sus cifras en más de un punto.  Sin embargo, las mayores satisfacciones que la propuesta de sobremesa de La Sexta está proporcionando a su cadena no proceden de los ranking de audiencia, sino de las redes sociales.

Durante el último mes, y de lunes a viernes, el formato que presenta Frank Blanco ha inspirado timelines infinitos y se ha colado entre los temas más populares de Twitter. Solo otro de los espacios que se emiten a diario, el de En el aire de Andreu Buenafuente (también en La Sexta y con un share en torno al 7,6%), ha logrado convertirse en trending topic con la misma asiduidad. Por detrás, Mujeres y hombres y viceversa (Telecinco).

¿Las claves de su éxito?  Los guiños que sus presentadores lanzan a los televidentes para que participen en las redes sociales, la aparición de los tuits de los usuarios en la escaleta o en secciones propias, la exhibición clara de un hashtag, contenidos apropiados y "su condición de programas en directo, mucho más proclives a promover una respuesta inmediata en Internet", explica María José Arrojo, codirectora del Máster en Producción y Gestión Audiovisual (MPXA) de la Universidad de A Coruña. La experta también recuerda que el 60% de los comentarios que se generan cada día en Twitter se refieren a ofertas televisivas.

Desde la empresa de medición Global In media, Ana Cerezo destaca asimismo el buen comportamiento social que demuestran realities y talent shows. No hay un único favorito hasta la fecha: desde La Voz y La Voz Kids a Quién quiere casarse con mi hijo, Tu cara me suena o Gandía Shore, casi todos con un gran número de espectadores jóvenes que están habituados a las nuevas tecnologías. El Hormiguero también ha conseguido formar parte de este grupo en las ocasiones en las que ha contado con un ídolo adolescente en su plató ("el fenómeno fan mueve montañas"). Y el espacio Salvados, que promueve hashtags con los temas del programa en curso (el último, #PobrezaEnergetica).

Pese a que las series no generan tanta conversación en el mundo online, Arrojo y Cerezo señalan una excepción: Aquí no hay quien viva. Tal vez, porque, como sostiene la primera, "tiene importantes raíces locales". Un dato más: mientras en Twitter se promueve la conversación, Facebook trabaja la reputación a través de la recomendación de amigos. Hay trabajo para todos.

No siempre las cadenas han entendido las ventajas que entraña una televisión social e interactiva. Antes de 2012, los medios convencionales temían que Intenet alejara de su pantalla a los televidentes. En los dos últimos años, las cadenas "se han dado cuenta de que al generar conversación en las redes, consiguen atraer a un mayor número de espectadores a los contenidos comentados", asegura Arrojo.