El grupo popular en el Parlamento gallego ha aprobado este martes en solitario la tramitación de su propuesta para reducir a 61 diputados los 75 actuales, iniciativa que ha merecido el rechazo de la oposición, que cree que el grupo de la mayoría no está legitimado para cambiar sin acuerdo las reglas del juego.

Durante la toma en consideración de esta iniciativa en el pleno de este martes, que también rechazó otra propuesta del BNG para reformar la ley electoral que mantenía el número de escaños y proponía otros ahorros, el Partido Popular, en palabras de su portavoz, Pedro Puy, justificó la iniciativa como una manera de llevar una medida de ejemplaridad ante los ciudadanos en momentos de crisis.

La oposición llegó a calificar la reforma de "pucherazo", como la definió el portavoz del Bloque, Francisco Jorquera.

El socialista José Luis Méndez Romeu indicó que el PP quiere ser "juez y parte" para beneficiarse electoralmente y Xosé Manuel Beiras, de AGE, llegó a comparar a los populares con los nazis de antes de 1936 y señaló que su grupo no contribuirá a "cavar la fosa del propio Parlamento".

Pedro Puy replicó a las críticas de la oposición a este proyecto, que fue anunciado por el PP antes de las elecciones, que no hay en él "ninguna trampa", ya que está apoyado en el Estatuto de Autonomía, que tiene una horquilla de diputados con un mínimo de 60.

Insistió en que con la bajada de escaños "también ahorramos, aunque la medida no tiene que ver con el ahorro" sino con el mensaje de "ejemplaridad", en un momento en el que también han de hacer esfuerzos familias y empresas.

El portavoz popular también subrayó que esta reforma, que seguirá ahora su tramitación parlamentaria, ha sido ampliamente debatida, ya que fue planteada en la pasada legislatura, y la oposición alegó que no figuraba en el programa del PP, que sí lo incluyó para los últimos comicios.

Además, Pedro Puy remarcó que la propuesta de reducción de escaños no alterará el resultado de las mayorías obtenidas en las sucesivas citas electorales y que la vigente norma electoral, fruto de otras reformas, ha sido positiva y ha dado estabilidad democrática.

En este sentido, diferenció este planteamiento de la "sopa de siglas" que en su opinión supondría la propuesta proporcional que aportó el Bloque, y que a su juicio haría imposible conformar mayorías.

El socialista José Luis Méndez Romeu argumentó que para el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "es más importante suprimir diputados que parados" y subrayó que de su reforma electoral ha hablado el máximo mandatario autonómico en numerosas ocasiones en el Parlamento, "pero nunca del paro".

Por su parte, Beiras indicó que la pretensión del PP de cambiar las "reglas del juego" de la democracia "se llama dictadura disfrazada de apariencia democrática" e insistió en que se trata de un "atraco electoral y de un asalto a las instituciones".

Anunció que su grupo ha registrado ya iniciativas para una reforma electoral más amplia, consideró que a los populares "les molesta este Parlamento" y señaló que los populares "se inventan un problema inexistente".

Igualmente, recalcó que el ahorro que el PP persigue se conseguiría "con el fin de la financiación ilegal del PP que es un robo a los contribuyentes".

Para concluir, el veterano dirigente nacionalista recordó un reportaje que ha visto recientemente que reflejaba cómo los nazis obligaban a cavar sus propias tumbas a sus víctimas.

"Están haciendo esto con el Parlamento, no vamos a contribuir a cavar la fosa" de la propia Cámara. "Fusílenlo si quieren, pero no vamos a seguir participando en esta farsa de debate", concluyó.

El nacionalista Francisco Jorquera, que como el resto de sus compañeros pegó en su escaño un cartel contra el 'pucherazo del PP', apuntó que los populares tratan de modificar "a su albedrío" la ley y aseguró que la norma no escrita en una democracia supone no modificar las reglas de juego sin consenso.

El dirigente del Bloque argumentó que el PP tiene mayoría, pero en las urnas consiguió el 45 por ciento de los votos emitidos y el 25 por ciento del censo e insistió en que pretenden "usar su mayoría como rodillo para perpetrar un pucherazo".

Además, criticó los "falsos argumentos" de ahorro, porque la reforma solo supondría economizar un millón de euros, cuatro en una legislatura, cuando Feijóo, afirmó, gasta más de 25 en propaganda.

Y subrayó que ahorrar "en democracia es un mal negocio" y la reforma propuesta por el PP "recorta democracia" y haría un Parlamento menos representativo y menos plural.