La Confederación Empresarial de la Provincia de Tarragona (Cepta) ha valorado positivamente que el Ministerio de Fomento haya anunciado este lunes que se retomarán este mes las obras del tramo de la autovía A-27 El Morell-variante de Valls (Tarragona), cuyo presupuesto de inversión en obra es de 61 millones de euros, estando ejecutado aproximadamente en un 51%.

Sin embargo, ha reclamado más concreción en un comunicado: "Pese a que celebramos que se retomen las obras, no tenemos garantías de poder ver finalizada la A-27 en un periodo de tiempo razonable y es necesario poner fin a esta incertidumbre".

Ha recordado que la A-27 es una infraestructura viaria históricamente reivindicada por los empresarios, y ha considerado "vital" que la obra se ejecute hasta Montblanc lo antes posible, pero ha incidido en que no se puede olvidar que esta vía tiene prevista su continuación hasta Lleida, y es necesario abordar cómo y cuándo se abordará el último tramo.

Cepta ha defendido que las dos actuales conexiones viarias que unen las autopistas AP-7 y AP-2 por Valls y Montblanc, la C-14 y la N-240, y que se unen a la costa de Tarragona con la AP-2, son "claramente insuficientes" para absorber un tráfico tan intenso y con alta presencia de vehículos pesados.

También ha esgrimido que la costa tarraconense y el ámbito comprendido entre Tarragona, Cambrils, Reus y Valls, donde se localiza el grueso de la actividad industrial, comercial y logística de la provincia, presentan una conexión viaria con el interior de la Península "marcadamente deficiente".

Por todo ello, Cepta ha reclamado que todo el tejido económico, con el Puerto de Tarragona y la industria química al frente, deben tener un "acceso de calidad" con sus mercados naturales, como son la provincia de Lleida, Andorra, Aragón, la Rioja, Navarra y el País Vasco, lo que pasa por tener finalizada la A-27.