Noche de frío y lluvia en Madrid, pero también de cine, belleza y glamour. Las actrices del celuloide español han elegido hermosos vestidos de grandes diseñadores para acudir a la 28º edición de los Premios Goya, escotes, colas y brocados de alta costura para convertirse en Cenicientas capaces de mantener la elegancia más allá de la media noche, hasta el final de la gala y la fiesta posterior.

Ha habido mucho blanco y negro, colores poco arriesgados pero que siempre quedan bien. Así lo ha demostrado Lucía Jiménez, una de las primeras en desfilar por la alfombra roja de los Goya, con su sobrio vestido negro de Adolfo Domínguez. Silvia Abascal también ha optado por la elegante oscuridad, pero con una apuesta mucho más llamativa, un vestido amplio de alta costura del diseñador francés Stèphane Rolland con un enorme lazo a un lado. Belén Rueda, de negro con pequeños topos, ha brillado un año más como una de las más espectaculares de la alfombra.

Aura Garrido, protagonista de Stockholm y candidata al Goya a mejor intérprete femenina, ha lucido tipazo con un vestido negro de Alberta Ferretti, un diseño con una impresionante y larga cola casi tan llamativa como el bolso con aspecto de joyero que portaba la actriz. Más negros sobre roja: Kira Miró, Mar Regueras, Loles León, Ana Belén, Elena Ballesteros, Elena Furiase... Aunque el negro de la noche por excelencia —al menos por lo mucho que se ha comentado— ha sido el de Blanca Suárez, con un atrevido vestido de Elie Saab con bordados y falda trasparente.

Tanto María Adánez como Cristina Brondo han coincidido en falda negra y blanco para la parte superior. En cuanto a las que han optado por vestir cual princesa de las nieves, ha destacado Dafne Fernández con un blanco y minimalista vestido de Carolina Herrera. También Nathalie Poza se ha decantado por el claro, con una propuesta de Lorenzo Caprile que le dejaba lucir espalda. Natalia de Molina, candidata a actriz revelación, ha acertado con un traje bordado, blanco con motivos vegertales, de Andrew GN. Entre las más llamativas ha estado Leticia Dolera, con un modelo que parecía una reinterpretación de un vestido de comunión.

El nude y el crema también le han aportado mucha elegancia a la gala. La mejor representación de estos tonos ha venido de parte de Marta Etura, también con un diseño de Caprile de detalles florales, Macarena García, algo más sobria pero no menos impresionante, y Juana Acosta, una de las más elegantes de la noche gracias a su vestido nude de Zuhair Murad.

Pero también ha habido lugar para el color. Uno de los más repetidos y con mayor acierto ha sido el verde, como el que ha lucido Carolina Bang, muy espectacular también con un Caprile (uno de los diseñadores con más presencia en estos Goya). Mabel Lozano ha desfilado de verde esmeralda, María León ha deslumbrado con un diseño de Lanvin y Macarena Gómez ha sorprendido con un ostentoso verde brillante.

Azules ha habido pocos, pero de calidad. Inma Cuesta, una de las nominadas a mejor actriz protagonista, ha brillado, en sentido figurado y también literalmente, gracias a un vestido azul de lentejuelas de Iván Campaña que la ha convertido en una de las mejor vestidas de la noche. Un azul klein impresionante de Miriam Ocariz ha sido la elección de Marian Álvarez, nominada a mejor actriz por La herida. Por su parte, Paula Echevarría ha aportado una buena dosis de glamour a la noche con un bonito palabra de honor en tono azul empolvado. Nora Navas y Belén Álvarez también han optado por este color.

Entre los escasos rojos han estado el de Andrea Duro y el espectacular palabra de honor de Caprile lucido por Aitana Sánchez-Gijón.

Otras propuestas diversas han sido el vestido plateado de Manuela Velasco, el bonito negro y dorado de Toni Acosta, el dorado de pedrería del vestido de Michelle Jenner, el corte de sirena de Nieves Álvarez y las plumas del modelo de María Botto.