La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha dicho este miércoles que nadie puede estar a favor del aborto —"yo no lo estoy", ha subrayado—pero a la hora de legislar sobre una realidad ha apostado por lograr el mayor consenso posible sobre un tema "muy complejo" y "muy delicado". "No creo que haya nadie que de verdad esté a favor del aborto, yo no lo estoy; creo que el debate aquí es otro, es cómo responden los estados, las administraciones frente a una realidad", ha declarado la delegada del Gobierno en un Encuentros, cita informativa en la sede central de la Agencia EFE.

Cristina Cifuentes ha opinado que ningún país europeo ha conseguido solucionar este asunto "de una manera satisfactoria para todos, porque es un tema que implica mucho de fracaso personal", y que por eso en la UE hay 21 países que tienen leyes de plazos, como defiende ella, y seis que tienen leyes de supuestos, como defiende el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. "Nosotros nos tenemos que mover en este entorno y dentro de eso espero que finalmente se legisle de la manera más satisfactoria para todos, en cumplimiento de nuestro programa electoral, por supuesto", ha manifestado.

Cifuentes ha recordado que el "borrador de anteproyecto de ley" que ha salido del Ministerio de Justicia tiene que pasar una serie de trámites consultivos y una tramitación parlamentaria y ha asegurado que a ella le gustaría "que hubiera el mayor y amplio consenso social", es decir, "que la mayor parte de la sociedad española se pueda sentir reflejada en un tema tan delicado".

Aparte de lograr ese "amplio consenso social", ha apostado por esperar a lo que diga el Tribunal Constitucional sobre el recurso que se planteó contra la anterior ley, que entiende que "sería lo prudente".

A su juicio, los partidos "no son sectas" y "debatir sobre los temas siempre es positivo". "Que haya debates en los partidos, en temas puntuales, y más en un tema como éste, que afecta a las conciencias de las personas, no solo no es negativo sino que es positivo", ha señalado.

Para Cifuentes, el debate actual es consecuencia del "gravísimo error" cometido por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero al "romper el consenso social que había en España en torno a una ley de interrupción del embarazo que era socialista y que había conseguido que en ese momento la interrupción del embarazo no fuera un problema para la mayoría de la sociedad española".

Una reforma que introdujo algunos asuntos gravísimos "que sí que había que corregir", como el "disparate completo" que para ella suponía que las menores de 16 años pudieran abortar sin el conocimiento paterno. También le parece "algo muy peligroso que se pueda dispensar sin ningún tipo de prescripción medica la píldora del día siguiente, como si fuera un método anticonceptivo".