Su protesta será indefinida y sólo tomará agua para «poder hablar». «Saldré de aquí con los pies por delante si no hay solución», asegura. El concejal de Camas permanece sentado en el escaño, donde «hace unos meses fui pisoteado por la treintena de verdugos que se sientan alrededor».

Pruebas y no indicios

Ha adoptado esta decisión porque está «desesperado» y «harto del linchamiento que estamos padeciendo yo y mi familia» asegura Fraile.  «Dios me ha dado fuerzas para no tomar otra medida más que ésta», explica a los periodistas.

El diputado asegura que para «probar las acusaciones hay que hacerlo con pruebas, no con indicios».