El director de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Loyola Andalucía, Fabio Gómez-Estern, ha repasado algunas de las cuestiones de la actualidad tecnológica y energética, señalando que ve urgente "revisar el modelo energético y devolver el protagonismo a las renovables".

En una nota, Gómez-Estern considera que la "abrupta" interrupción del apoyo gubernamental ha tenido múltiples efectos, "como la pérdida de la oportunidad tecnológica vinculada a lo que llegó a ser un ventajoso posicionamiento internacional y el desistimiento de futuras inversiones a la luz de la inestabilidad reguladora, fundamental para el despliegue a largo plazo".

Pero más allá de la pérdida económica cuantificable, el profesor asegura que "tenemos el deber de buscar alternativas a las emisiones de efecto invernadero, toda vez que el debate sobre el cambio climático va dejando cada vez menos dudas".

En relación a las renovables, añade, no obstante, que "tampoco podemos esperar a que lo resuelvan los gobiernos exclusivamente a base de subvenciones: la actitud ciudadana respecto de la energía es incluso más importante". Actualmente, la Comisión Europea promueve proyectos de investigación destinados a formular estrategias y tecnologías que ayuden al ciudadano a cambiar sus hábitos de consumo energético.

La ingeniería española,

Bien situada internacionalmente

Considera Gómez-Estern que la ingeniería española está muy bien situada en el contexto internacional. "Prueba de ello que exportamos ingenieros y que las multinacionales implantadas en nuestra tierra apenas traen consigo ingenieros expatriados, pues están satisfechos con la cualificación local", ha asegurado. "Nuestros ingenieros gozan de una formación sólida en casi todos los casos, frente a países vecinos en los que las diferencias entre centros se acentúan, y si hubiera que echar algo de menos es un refuerzo de la vocación por la innovación tecnológica", añade.

Sin embargo, esta buena cualificación de los ingenieros españoles contrasta, a juicio del director de la Escuela de Ingeniería de Loyola Andalucía, con la baja exportación de productos tecnológicos de marca España. "Para mejorar este aspecto tendríamos que recorrer un largo camino hacia un tejido industrial y empresarial comparable con el de nuestro entorno", subraya.

"Con la tecnología a veces sucede que percibimos ciertos avances como una utopía tecnológica que está por llegar, sin darnos cuenta de que ya se han instalado sigilosamente entre nosotros", según Gómez-Estern, que alude al caso de los vehículos sin conductor —presentes en la industria desde hace décadas— o la comprensión artificial del lenguaje humano, incorporada en los nuevos dispositivos móviles y en numerosos servicios de atención telefónica.

En cualquier caso, en cuanto a las innovaciones tecnológicas para este y los próximos años, remite a la "aguda mirada" del reciente informe 5in5 de IBM, "que prevé avances con impacto sustancial en nuestro modo de vida en cinco áreas: Salud, a través del conocimiento del ADN del paciente; comercio; seguridad; ciudades inteligentes; y, por supuesto, educación, mediante sistemas que reconozcan y se adapten al progreso del alumno".