Siete años de cárcel y cinco de libertad vigilada por violar a una turista que se alojó en su piso

  • Una joven rusa de 19 años que contrató en una web de intercambio de domicilios.
  • El fallo absuelve al acusado de detención ilegal, del que había sido acusado porque no dejó salir a la joven de su casa durante varias horas tras violarla.
  • Por la mañana consiguió salir a una farmacia para solicitar una medicación anticonceptiva y contar lo que había sucedido.
Imagen de archivo de una mujer a la que están quitando la ropa.
Imagen de archivo de una mujer a la que están quitando la ropa.
GTRES
Imagen de archivo de una mujer a la que están quitando la ropa.

La Audiencia de Barcelona ha condenado a siete años y medio de cárcel y otros cinco de libertad vigilada a un hombre por violar a una joven rusa de 19 años que se alojó en su vivienda, tras contratarlo en una web de intercambios de domicilios.

El fallo, dictado por la sección sexta de la Audiencia, absuelve al acusado, de nacionalidad argelina y residente legal en Barcelona, del delito de detención ilegal, del que también había sido acusado por el fiscal porque no dejó salir a la joven de su casa durante varias horas tras violarla.

La sentencia considera probado que el hombre, de 46 años, se encontró el 6 de mayo de 2012 con la joven rusa en la plaza de Catalunya para acompañarla a su domicilio, donde iba a alojarse la turista tal y como habían pactado.Ya de madrugada, cuando la turista dormía en el sofá, Halkoum intentó seducirla, pero esta se negó a mantener relaciones y, tras amenazarla con cortarle una mano o matarla, la obligó a ir a su dormitorio, donde la violó.

Tras la agresión sexual, el acusado se quedó dormido y la chica intentó huir del piso, pero su propietario había cerrado con llave, por lo que intentó salir por una ventana de la cocina, pero apareció el violador y le impidió irse.Tras un rifirrafe, el argelino le prometió que le dejaría marcharse por la mañana mientras ella, atemorizada, pasó la noche acurrucada en un rincón de la habitación.

Sobre las 09.30 horas de la mañana siguiente, el condenado permitió a la víctima que se marchara, la joven acudió a una farmacia próxima para solicitar una medicación anticonceptiva y explicar lo que le había sucedido.

El tribunal no cree al procesado

Allí le recomendaron que acudiera al Hospital Clínico, donde los médicos que la atendieron alertaron a la Policía. El tribunal no ha dado crédito a la versión del procesado, que defendió que las relaciones fueron consentidas por la mujer, y ha concluido que "el testimonio de la víctima cumple con creces" las pautas de verosimilitud establecidas en la jurisprudencia.

El tribunal entiende que "no se advierten contradicciones esenciales" en el relato de la víctima, por lo que "da plena credibilidad a la exposición de los hechos que ha realizado la denunciante".

Sin embargo, el tribunal no considera que se produjera un delito de detención ilegal porque no ve acreditado que el procesado tuviera intención "de mantener privada de libertad a la mujer, sino solamente retenerla mientras quería satisfacer sus deseos sexuales".

El tribunal entiende que se trata de un delito grave, por lo que ha añadido a la condena de siete años de cárcel otros cinco de libertad vigilada, aunque no impone la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima porque considera que no es necesario al tratarse de una mujer extranjera que no reside aquí "y es muy improbable la creación del riesgo de contacto o comunicación que dicha pena trata de evitar". También condena al acusado a indemnizar con 6.000 euros a la joven por el daño moral causado.

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