Los miembros de cinco familias han tenido que pernoctar fuera de sus viviendas después de que en la tarde noche de este miércoles los bomberos y la Policía Local decidieron desalojar tres edificios en Ferrol, en el casco histórico de Ferrol Vello, ante el riesgo de desprendimiento que existía en la fachada de uno de los inmuebles.

A través de Servicios Sociales, el Ayuntamiento ha facilitado alojamiento en hoteles a tres de los afectados que así lo han solicitado. El resto de vecinos se han alojado con familiares o conocidos.

El inmueble que sufre riesgo de derrumbe es el número 12 de la calle Carmen Curuxeiras. Se trata de un edificio de bajo y tres plantas, en el que estaban ocupadas las tres viviendas. Fueron los propios vecinos los que llamaron a la Policía Local, pasadas las siete de la tarde, ante la grieta que registraron en una de las paredes.

La zona continúa acordonada, a la espera de lo que determinen los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento que se desplazarán durante el día para comprobar el estado en el que se encuentra el inmueble afectado.

En el edificio residen nueve personas, según explicó uno de los afectados, Alfonso Cerrada, que vive en la segunda planta en alquiler junto con su mujer, que está embarazada, sus dos hijos de 3 y 2 años, y sus suegros. Los otros edificios desalojados fueron los números 10 y 16, uno de ellos situado en frente del 12.

Cerrada ha lamentado que "la Policía Local se portase un poco mal y no les dejase coger cosas" cuando tuvieron que abandonar sus viviendas. "Ellos lo solucionaban con que fuéramos al albergue o a la Cruz Roja a pedir pañales para los niños, pero eso no es tan fácil", aseguró.

En el edificio, según ha explicado, en lo que se corresponde con la zona de la sala de estar, hay "una grieta por la que metes una mano y está toda la pared encharcada del agua que coló hacia dentro". Recientemente, "hace dos meses", ha señalado, se cambió el tejado del edificio.

Los afectados están a la espera de que se les informe cuando podrán regresar a sus viviendas y acceder para retirar enseres. La calle Carmen Curuxeiras, en el casco histórico de Ferrol Vello, ya estaba cerrada en un tramo desde febrero de 2012, debido al estado en el que estaban varios edificios en ruinas.