Absuelto el exencargado del bar 'Tamberly' de Valladolid del segundo juicio por tráfico de drogas

La Audiencia de Valladolid ha dictado sentencia absolutoria para el que fuera encargado del bar 'Tamberly' de la capital, Fernando R.A, tras considerar que el speed que portaba el día 20 de mayo de 2012 al ser interceptado en las cercanías de la discoteca 'Sweet Ground' de La Cistérniga, cuando aún no había dado el salto al sector hostelero, estaba destinado a su autoconsumo.

La Audiencia de Valladolid ha dictado sentencia absolutoria para el que fuera encargado del bar 'Tamberly' de la capital, Fernando R.A, tras considerar que el speed que portaba el día 20 de mayo de 2012 al ser interceptado en las cercanías de la discoteca 'Sweet Ground' de La Cistérniga, cuando aún no había dado el salto al sector hostelero, estaba destinado a su autoconsumo.

El Ministerio Fiscal había solicitado para Fernando R.A. una condena de cuatro años de prisión y el pago de un multa de 1.000 euros, frente a la petición absolutoria de la defensa, que es la que finalmente ha sido atendida por la Sala, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Se da la circunstancia de que el procesado se sentó hace poco más de un mes en el banquillo por idéntico delito perpetrado en marzo de 2013 cuando entonces regentaba el 'Tamberly', sito en el Centro Comercial Parquesol Plaza, y que le supuso entonces una condena pactada con la Fiscalía de cinco años, frente a los ocho inicialmente pedidos por la acusación pública, por traficar con speed en dicho establecimiento, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

En la presente causa, centrada en hechos ocurridos el 20 de mayo de 2012, Fernando R.A, que por aquel entonces aún no había hecho cargo del bar, había mantenido su inocencia y había alegado que la droga que la Guardia Civil le incautó oculta en la caja de fusibles del Opel Corsa de su propiedad interceptado en las inmediaciones de la 'disco' de La Cistérniga 'Sweet Ground' eran para su propio consumo, tal y como ha entendido el tribunal.

Durante el juicio, el ahora absuelto se declaró adicto a las anfetaminas y la cocaína, con consumos de la primera sustancia de entre uno y dos gramos al día, e insistiño en que la mercancía no estaba preordenada al tráfico sino a su propio consumo, al tiempo que explicó que parte de los 664 euros que portaba se los había entregado un amigo en concepto de la renta por el piso que ambos compartían y otra aún mayor que su madre le había anticipado para realizar unas obras en el baño del domicilio de sus progenitores.

Y es que Fernando R.A. recordó que en el momento de los hechos trabajaba como autónomo y realizaba obras de reforma por las que obtenía un sueldo mensual variable que le permitía vivir y costear su adicción. Por ello, justificó su presencia el 20 de mayo de 2012 en las inmediaciones de la discoteca de La Cistérniga en el hecho de que su intención era la de dirigirse al Polígono de La Mora, donde, según él, había quedado con una persona para hablar de unas obras.

A

"la fiestuqui"

Uno de los agentes de la Guardia Civil que participó esa mañana en el control aleatorio de vehículos dispuestos en La Cistérniga aseguró que el acusado, una vez descubierta la droga en la caja de fusibles del coche, negó inicialmente que las sustancias fueran suyas y manifestó que se dirigía a la discoteca para participar en "la fiestuqui".

El procesado tiene pendientes además otras causas, una de ellas que se juzgará el próximo mes de junio por un supuesto robo a una prostituta por el que se expone a otra condena superior a los tres años de cárcel.

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