La alerta naranja en el mar dificulta la búsqueda de los desaparecidos en Valdoviño

El mal estado del mar, en el que se ha activado la alerta naranja este lunes, ha dificultado las tareas de búsqueda del padre y la hija que hace una semana fueron arrastrados por una ola en la zona de acantilados de Valdoviño (A Coruña), y el rastreo por aire con el helicóptero Helimer 209 y la búsqueda por tierra de la agrupación de Protección Civil de la localidad no ha tenido de momento éxito.

El mal estado del mar, en el que se ha activado la alerta naranja este lunes, ha dificultado las tareas de búsqueda del padre y la hija que hace una semana fueron arrastrados por una ola en la zona de acantilados de Valdoviño (A Coruña), y el rastreo por aire con el helicóptero Helimer 209 y la búsqueda por tierra de la agrupación de Protección Civil de la localidad no ha tenido de momento éxito.

Con olas de entre 5 y 6 metros previstas para este lunes en la costa del norte de la provincia de A Coruña, la búsqueda ha sido retomada por aire y por tierra. El helicóptero Helimer 209 de Salvamento ha rastreado durante la mañana la zona comprendida entre Punta Frouxeira y Cabo Ortegal, y se está valorando la incorporación, aún sin confirmar, del helicóptero Pesca II durante la tarde.

Por tierra, las malas condiciones meteorológicas dificultan a los efectivos que participan en la búsqueda aproximarse a la zona de rocas y acantilados. Por este motivo, solo participan hoy miembros de Protección Civil de Valdoviño y no han acudido, como sí habían hecho en los días anteriores, miembros de las agrupaciones de los Ayuntamientos vecinos.

Francisco Dopico, presidente de la Agrupación de Protección Civil de Valdoviño, ha explicado que "por el temporal" no se pueden "acercar a los acantilados", porque "con vientos de casi 70 kilómetros por hora se podría caer alguien más", así que centrarán su rastreo en la zona de tierra por si el mar dejase algún rastro de los desaparecidos. Se espera que la búsqueda dé mayores resultados "a partir del octavo o noveno día".

De momento, el único rastro de los dos desaparecidos ha sido una prenda de ropa de la joven, una chaqueta, encontrada el sábado en las rocas situadas en las inmediaciones del lugar en el que fue arrastrada por el mar. La ropa fue reconocida por la madre de la joven.

Juan Bedoya, de 55 años de edad, y su hija Patricia, de 25, fueron arrastrados por dos enormes olas que subieron por un acantilado de cerca de 10 metros de altura, en la zona de Punta Frouxeira, muy próxima a la playa del mismo nombre y al faro de Meirás, en Valdoviño. Junto a ellos fue arrastrado el cuñado del primero, Rodrigo Pena, de 67 años. Su cadáver fue encontrado en la madrugada del pasado martes en la playa y ya ha recibido sepultura.

La familia se había acercado el día de Reyes al lugar porque semanas antes habían arrojado las cenizas del padre y abuelo de Juan y Patricia, y fueron arrastrados por el mar en un día de intenso temporal.

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