En esta ocasión, la situación es preocupante por la afluencia de grupos de escolares que visitan la plaza y podrían resultar afectados por productos tóxicos.

La Urbana sospecha de un imitador del envenenador en serie arrestado hace unas semanas, tal como avanzó 20 minutos.

Cada día mueren entre 30 y 40 aves intoxicadas, según Óscar Suñer, paradista de la plaza.

Operativo policial

Carles Reyner, Intendente de la Guàrdia Urbana, avanzó que se instaurará un operativo para localizar a los infractores, ya que "la normativa establece como delito el maltrato animal", por lo que pide la colaboración de los ciudadanos para atraparlo.

Para los vendedores la situación redunda en la tradición, "hemos pasado de contar con miles de palomas –hasta 2.000– a apenas 300 ejemplares" tras los últimos episodios de envenamiento.

"La realidad", afirma Suñer, "es que la plaza de Catalunya sin palomas no tiene ningún atractivo".