"El bienestar general está en juego".

Así de claro se ha mostrado el director del Consejo Superior de la Cámara de Comercio española, Juan de Lucio, al hablar del modelo de consumo energético español y de los graves problemas que presenta. Problemas que, si no se corrigen, provocarían, según De Lucio, un aténtico caos social y empresarial.

En este sentido, apuntó que "la intensidad eléctrica sigue una trayectoria ascendente", aunque De Lucio señaló que "la mayor parte del consumo eléctrico viene del exterior", por lo que el grado de autoabastecimiento de energías primarias "fue sólo del 21,1% en 2005".

España, lejos de autoabastecerse

Este estudio revela, además, que en España el nivel de dependencia es del 75%, mientras que en la UE es del 50%.

Según De Lucio, otra de las características del modelo español es que se excluyen ciertas tecnologías (como la nuclear) "por motivos sociopolíticos" en el proceso de producción, lo que a su juicio, "no es muy conveniente".

El director del Consejo Superior recalcó que "son tres las empresas las que se reparten el 60% de la generación y el 86% de la comercialización", e indicó que "existe un escaso impulso de este mercado".

¿Qué se puede mejorar?

En cuanto a las propuestas para mejorar estas tendencias, el informe apuesta por seguir un eje de competitividad y sostenibilidad para asegurar "un suministro fiable y de calidad", así como "asumir los compromisos medioambientales".

Las conclusiones también inciden en la potenciación del papel de la energía nuclear, de la que se destaca sus ventajas de disponibilidad, seguridad de funcionamiento, coste de generación y emisiones.