El programa de vigilancia del virus de la leucemia felina (FeLV) realizado en la población de lince ibérico en Andalucía desde el brote acontecido en 2007, que supuso la pérdida de un importante número de ejemplares de la población de Doñana, ha finalizado recientemente con resultados negativos en los 16 ejemplares chequeados, según los datos del programa LIFE+Iberlince consultados por Europa Press.

En esta temporada, el chequeo comenzó la última quincena de septiembre y ha finalizado la primera semana de diciembre. Durante este periodo se ha realizado a los especímenes investigados —que procedían de distintos núcleos de la población de Doñana-Aljarafe (Aznalcázar, Abalario y Coto del Rey)— evaluaciones sanitarias completas con el objetivo de detectar posibles casos positivos mediante un test 'Elisa' rápido. Todos han sido vacunados mediante una vacuna recombinante de leucemia felina y liberados al medio natural.

Además del virus de la leucemia felina, se estudia la presencia de otros agentes patógenos de interés en el lince ibérico a partir de las muestras biológicas que se obtienen en cada evaluación sanitaria; ello permite conocer el estado sanitario de la población silvestre.

De esta forma, durante esta campaña se ha obtenido, por primera vez en la especie, un resultado positivo frente al virus de la inmunodeficiencia felina, afectando a un macho adulto de Abalario. Se trata de un retrovirus que se transmite principalmente por mordeduras y provoca una disfunción del sistema inmune.

Debido al riesgo que supone para el resto de ejemplares de ese núcleo, se decidió su extracción del medio natural para someterlo a cuarentena. Ésta se realiza en centros habilitados para la especie dentro de la Red Andaluza de Centros de Recuperación de Especies Amenazadas, siendo trasladado al centro ubicado en las Marismas del Odiel (Huelva).

Durante la cuarentena se ha realizado una segunda evaluación sanitaria para la obtención de distintas muestras biológicas, actualmente analizadas en distintos laboratorios para determinar si se trata de la misma cepa que afecta al gato doméstico o se trata de otra cepa distinta. Una vez que se obtengan todos los resultados, se podrá concluir el destino de este ejemplar de lince ibérico.