El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha defendido su reforma de la ley del aborto calificándola como "la más avanzada y la más progresista" en sendas entrevistas concedidas a ABC y La Razón, en las que además asegura que no espera una respuesta contraria en bloque de las diputadas de su partido y que no sufrirá modificaciones esenciales en su tramitación en el Congreso de los Diputados.

Preguntado en el diario ABC por las restricciones a los abortos en caso de malformación fetal, el ministro defiende que él "sí tendría un hijo con malformaciones graves; es una convicción personal".

El exalcade de Madrid ha asegurado que "no he hecho nada nunca más importante en política que la presentación de este este proyecto". "Tengo muy serias dudas de que vaya a tener la oportunidad de poner en marcha una transformación tan extraordinaria como esta: ni túneles, ni Metro, ni el resto de las reformas legislativas...", ha agregado.

"Lo que hemos hecho es un avance sustancial, de acuerdo con nuestra Constitución, que establece el derecho a la vida, y con el Tribunal Constitucional, que hasta en tres ocasiones expresó con rotundidad cómo tenía que gestionarse ese conflicto entre el bien jurídico que es el concebido y los derechos de la mujer", ha justificado en ABC.

La nueva reforma contempla, según el ministro, suficientes requisitos como para que el supuesto de afección a la salud psíquica de las mujeres no sea "el coladero" que fue en la ley del aborto de 1985.

Respecto a si el PP dará libertad de voto a sus diputados, considera que todos los miembros del partido están obligados a cumplir el contrato que firmaron con los ciudadanos cuando aceptaron el programa electoral, en el que figuraba el compromiso de reformar la actual ley.

En La Razón, Gallardón considera en que la ley del aborto situará a España "a la vanguardia del siglo XXI" y que marcará una línea a seguir en el continente. En palabras del ministro, esta reforma es "sin duda es el proyecto más progresista que ha hecho el Gobierno desde que asumió su responsabilidad hace dos años".

También asegura que detrás de la "batalla política" del PSOE, no hay más que "soberbia intelectual por parte de la izquierda, una profunda irritación porque una mayoría social desautorice las medidas que adoptaron mientras estaban gobernando".

Entre las razones que esgrime para sustituir la actual ley de plazos por una de supuestos, el titular de Justicia subraya que la norma socialista "deshumaniza absolutamente el drama del aborto, lo considera más como un método abortivo".

Gallardón afirma que la ley "va a acabar con el mito de la pretendida superioridad moral de la izquierda" y subraya que el aborto no es un derecho, es un drama, una tragedia personal para el concebido, para la mujer y para la sociedad.

A pesar de estar convencido de que la nueva ley no va a suponer una pérdida de votos para el PP, subraya que "hay decisiones en la vida política y en la vida en general que no pueden estar sometidas a un interés electoral".

Asegura que "absolutamente" todo el Gobierno apoya la reforma y dice que le gustaría que disminuyese el número de abortos, aunque "sea cual sea la evolución estadística", es "una ley justa, humanista y progresista".