La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco del 'Plan contra las sustracciones en explotaciones agrícolas y ganaderas', ha llevado a cabo una inspección en un mercadillo semanal de la capital donde se ha incautado de 1.300 kilos de fruta y hortalizas, supuestamente, de procedencia ilícita.

La actuación se inició para detectar y perseguir la distribución de productos del campo que podrían haber sido sustraídos, por lo que guardias civiles especializados en prevención de seguridad ciudadana se coordinaron con inspectores de la Concejalía de Mercados, Consumo y Descentralización de Murcia para llevar a cabo las inspecciones, según han informado fuentes de la Benemérita.

En una de estas inspecciones, desarrollada en el mercadillo semanal de la pedanía murciana de Sangonera la Verde, los agentes detectaron que cuatro de los puestos de venta ambulante inspeccionados carecían de la documentación que acredita la procedencia legal de los productos ofertados al consumidor.

Por lo que se levantaron cuatro actas de denuncia por infracción muy grave a la ordenanza municipal reguladora de la venta ambulante en el término municipal de Murcia, bajo el concepto de comerciar con productos sin la debida justificación de su procedencia, unas infracciones administrativas que son sancionadas con multa de 1.500 euros hasta 3.000 euros y revocación de la autorización municipal para el ejercicio de la venta ambulante.

Los productos, supuestamente de procedencia ilícita, eran manzanas, pomelos, uva de mesa, naranjas y mandarinas, alcachofas y cebollas que arrojaban un peso total de 1.300 kilos, los cuales fueron retirados del mercado, incautados y depositados en dependencias del Ayuntamiento de Murcia hasta comprobar su procedencia, según han indicado las mismas fuentes en comunicado de prensa.

Tras no acreditar su lícito origen y una vez comprobada su aptitud para el consumo, los 1.300 kilos de fruta y hortalizas han sido donados a la beneficencia.