El número de ciudadanos de la Unión Europea (UE) expulsados de Bélgica por abusar del sistema nacional de prestaciones sociales ha crecido un 229% durante los dos últimos años, según datos del Ejecutivo belga que se han dado a conocer este domingo.

En 2010, las autoridades belgas expulsaron a 343 ciudadanos comunitarios del país, cifra que aumentó a 989 en 2011 y a 1.918 en 2012, según informó la secretaria de Estado de Asilo e Inmigración, Maggie De Block, en respuesta a una pregunta parlamentaria en la cámara federal belga.

Durante los nueve primeros meses del año en curso se han registrado 1.130 expulsiones, por lo que se prevé que la cifra final para 2013 sea igual o superior a la del año pasado.

Las legislaciones belga y europea permiten la expulsión de ciudadanos comunitarios que cometan fraudes o abusos del sistema de seguridad social nacional, que incluye ayudas al desempleo, a la formación o a la manutención de hijos.

De Block, del partido liberal flamenco Open VLD, ha endurecido la política nacional de asilo e inmigración desde que asumió el cargo a finales de 2011, estrategia que la ha situado como una de las responsables más controvertidas del Ejecutivo de coalición liderado por el socialista Elio Di Rupo.