El rey mago Baltasar ha sido robado del Belén puesto en la Praza do Obradoiro de Santiago de Compostela. Una desaparición que se produce un año después de que la figura del niño Jesús fuese sustraída de este mismo escenario en una acción reivindicativa, atribuida en su momento al colectivo Fartas, para protestar por los desahucios.

En declaraciones a Europa Press este sábado, el concejal del Área de Seguridad y Movilidad, Luis García Bello, ha considerado el robo de Baltasar como "una broma de mal gusto" y "una gamberrada", de forma que ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que lo devuelvan por "responsabilidad y ética". "Esto empieza a dejar de ser una broma, se están pasando un poquito", ha agregado.

Según ha explicado Bello, la desaparición del Rey Mago se produjo en la madrugada del día 20 de diciembre —la noche del jueves al viernes— y fue la Policía Municipal la que alertó de esta sustracción.

Precisamente, para evitar el robo del Niño Jesús —que se produjo en 2012— este año, se activó un sistema de vigilancia con cámara del Belén, mientras que la figura es retirada cada noche y vuelta a poner por la mañana. Sin embargo, estas medidas no han evitado la sustracción de Baltasar.

Preguntado por esta cuestión, Luis Bello aguarda que los cacos recapaciten y devuelvan a Baltasar cuanto antes, para no tener que "tomar otras decisiones" como es el visionado de las propias cintas de seguridad en busca de los responsables de la sustracción. Todo ello, con el fin de que "los chavales" que se acercan hasta el Obradoiro "puedan disfrutar del Belén".

Rapto de niño jesús

El año pasado el niño Jesús fue raptado para denunciar los desahucios, y luego devuelto en un cajero tras pasar la noche en él "como tantos otros ciudadanos anónimos", en una acción atribuida al colectivo Fartas.

De hecho, la devolución del niño Jesús fue acompañado de un vídeo colgado en Internet en el que criticaban la sociedad actual "sin valores", basada "en la pobreza, en la exclusión, en la violencia, en la xenofobia, en los valores patriarcales y misóginos". "Una sociedad construida contra la mayoría social", denunciaba el comunicado del colectivo, que dejó la figura del Belén compostelano en un cajero del barrio de Conxo.