El consejo de gobierno del Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial de Sevilla, encargado de la gestión de los Reales Alcázares, declarados Patrimonio de la Humanidad allá por 1987, ha aprobado por cuatro votos a favor, dos en contra y dos abstenciones, —en concreto las del exalcalde socialista Manuel del Valle y la del ex director del conjunto palaciego José María Cabeza—, los presupuestos de este organismo para el año 2014, que recogen ingresos y gastos por valor de 8.083.258 euros.

La documentación correspondiente al proyecto de presupuestos del año 2014, consultada por Europa Press, contempla 287.000 euros en concepto de "estudios y trabajos técnicos" y 732.000 euros en materia de "edificios y otras construcciones", si bien fuentes municipales han señalado a Europa Press que por lo que se refiere al yacimiento arqueológico del Patio de Banderas, sólo median consignaciones presupuestarias para su cubrición y conservación a la espera de contar con la financiación necesaria para la cripta arqueológica proyectada en este espacio en el que residiría la más antigua huella de la civilización humana en lo que hoy constituye la ciudad de Sevilla.

La decisión de cubrir el yacimiento arqueológico del Patio de Banderas entierra provisionalmente el proyecto promovido por el Gobierno municipal del PP para crear una "cripta arqueológica" en torno a este espacio en el que descansan ruinas romanas, paleocristianas e islámicas y donde fue descubierto el vestigio más antiguo de ocupación humana en lo que hoy día es Sevilla. El proyecto en cuestión contaba con un presupuesto estimado de 3,5 millones de euros y para la redacción del proyecto básico y de ejecución fue contratado el arquitecto Francisco Reina Fernández-Trujillo, toda vez que a la sociedad cooperativa 'Trifora S.C.' le había sido asignada la organización y el estudio de materiales relativo a la instalación de esta cripta.

Ambicioso proyecto de recuperación

El conjunto del proyecto contemplaba la instalación de esta cripta arqueológica en el Patio de Banderas, en los aledaños de los Reales Alcázares, así como la transformación de la casa número 15 de esta plaza pública en un centro de interpretación y la excavación de un túnel que conectase esta antigua vivienda con la propia cripta.

Continuando con las catas arqueológicas antaño realizadas por Manuel Bendala Galán y la investigación impulsada en 1999, las excavaciones arqueológicas promovidas en los últimos tiempos en el Patio de Banderas propiciaron la identificación del más antiguo vestigio de ocupación humana de la ciudad hispalense. Se trataba de fosas y un fondo de cabaña con restos de lo que pudiera haber sido una cocina utilizada allá por el siglo IX antes de Cristo.

De la hispalis romana a la antigua medina musulmana

Los arqueólogos descubrieron también restos de muros correspondientes a un antiguo edificio de la Hispalis romana. Se trataría de un edificio datado en el siglo I antes de Cristo, del periodo republicano, y de gran tamaño dada la envergadura de sus sillares. Según Miguel Ángel Tabales, arqueólogo director del Real Alcázar, estos vestigios arquitectónicos podrían haber correspondido a un almacén quizá relacionado con el puerto de la antigua ciudad romana.

Siguiendo la secuencia cronológica, los investigadores descubrieron además restos arquitectónicos datados en el siglo V después de Cristo y relativos a un edificio religioso perteneciente a la cultura paleo cristiana, así como vestigios de otro edificio levantado en torno al siglo VII sobre este último y también asociado al culto cristiano. Las ruinas más recientes halladas en el yacimiento, según Tabales, corresponderían al viario público y los alzados de un barrio de la antigua medina islámica, restos datados estos últimos en el siglo XI después de Cristo.