El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, ha anunciado que denunciará a quienes le han insultado en las redes sociales después de que le acusaran de usar inmigrantes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) para una mudanza de su vivienda particular, algo que tachó de "absurdo".

A través de un comunicado de prensa, El Barkani ha dicho que estudiará emprender acciones legales "contra las difamaciones que destacados miembros de diferentes partidos locales" están vertiendo en Facebook y Twitter, "en un burdo intento de persecución" hacia la persona del delegado.

El representante gubernamental ha recordado que desde el pasado 5 de octubre, día en que su esposa decidió donar enseres de su vivienda particular a su empleada de hogar, "miembros destacados de distintos partidos de la oposición, así como otras personas que se esconden en el anonimato, vienen vertiendo graves difamaciones" para acusar "falsamente" a Abdelmalik El Barkani de valerse de inmigrantes del CETI para una mudanza.

Subraya que dicha acusación "pretende trasladar una imagen abyecta e inmoral" del delegado del Gobierno "que rayaría el absurdo si no fuera por la extrema gravedad de las falsedades publicadas en las redes sociales".

Reconoce que con independencia de lo absurdo que resulta creer que el delegado pueda auxiliarse de inmigrantes del CETI para hacer una mudanza, "lo que sí parece claro es el abierto intento de deformar la realidad de la manera más torticera posible con tal de mancillar" la imagen de Abdelmalik El Barkani.

Es por ello que el delegado ha decidido instar el estudio de acciones judiciales contra las afirmaciones publicadas en redes sociales como Twitter o Facebook, en las que una donación de enseres de su domicilio particular y posterior traslado de esos mismos enseres por la persona a la que les fueron donados, "pretende ahora convertirse en un escándalo con repercusión en medios nacionales, tal cual anuncian ya en las mismas redes sociales algunos de los anónimos que, bajo seudónimo, se dedican constantemente a verter insultos y falsedades contra Abdelmalik El Barkani y otras destacadas autoridades de nuestra ciudad".

No participó de la mudanza

El delegado ha confirmado que, efectivamente, el pasado 5 de octubre, en la acera próxima a su vivienda particular, se colocaron enseres que habían sido de su pertenencia, "pero nunca a instancias de él ni de su señora", ha aseverado El Barkani.

Así, ha apuntado que la única realidad es que la esposa del delegado decidió desprenderse de unos muebles y que, en lugar de tirarlos, los cedió a su empleada de hogar, que previamente le había requerido que se los donara. "Ni el delegado ni su esposa son conocedores en ningún momento del modo en que terceras personas deciden llevarse los aludidos enseres. Ni estaban presentes cuando salen de su domicilio particular, ni participan en modo alguno en la forma en que son transportados fuera del mismo", ha destacado.

A su juicio, todo lo demás, así como "las burdas acusaciones e injurias" que algunos están publicando en las redes sociales, sólo responden "a un intento de persecución por quienes no cesan en sus insultos y difamaciones contra la autoridad gubernativa".

Abdelmalik El Barkani ha expresado su rechazo "una vez más" a quienes se sirven de esas redes "para mancillar el honor y la imagen de los cargos públicos" y advierte que las difamaciones y falsedades en su contra tendrán cumplida respuesta en los tribunales.

El delegado del Gobierno en Melilla ha manifestado que "es imprescindible avanzar en la detección y lucha real y efectiva contra los delitos informáticos o cibercrimen, y los que se producen en las redes sociales". Tristemente, según ha indicado, "las muchas virtudes del ciberespacio están siendo utilizadas burdamente para campañas de descrédito que, al basarse en falsedades, se articulan desde anonimatos y seudónimos en la creencia de que así será más fácil que queden impunes".

No obstante, el delegado ha resaltado que es preciso avanzar en aquellas iniciativas que permitan preservar la libertad de expresión pero no así la difamación y las injurias "como armas de descrédito personal e incluso de lucha política cuando se carece de argumentos ciertos para defender las distintas posturas partidistas".