La mayor parte de los detenidos, una treintena, en su mayoría palestinos menores de edad, fueron arrestados por soldados israelíes después de protagonizar disturbios, con lanzamiento de piedras incluido, contra la tumba de la matriarca bíblica Raquel, un lugar de culto para los judíos situado en la ciudad cisjordana de Belén.

El lugar permanece controlado por el Ejército israelí, que entregó a los detenidos a la Policía para su posterior interrogatorio.

Las

15 detenidos en Jerusalén

Por otra parte, otros 15 árabes fueron detenidos en Jerusalén tras atacar también a pedradas una comisaría de policía ubicada en la ciudadela antigua.

Tanto en los incidentes de Belén como en los de Jerusalén no se registraron heridos, según informan medios de comunicación locales.

Por la mañana, varios jóvenes árabes apedrearon también un autobús turístico en el Monte de los Olivos, en Jerusalén Este, que sufrió daños de escasa importancia, aunque sus ocupantes tuvieron que ser evacuados por la Policía.

Estos hechos siguen a la violenta jornada que el viernes se vivió en Jerusalén y otras ciudades como Nazaret, o en diferentes puntos de Cisjordania, en donde jóvenes musulmanes protestaron contra las polémicas obras de reconstrucción por parte de las autoridades israelíes de una rampa que conduce a la denominada "Puerta de los Mugrabís".