El artista pamplonés Juan José Aquerreta expone en el Horno de la Ciudadela de Pamplona hasta el 26 de enero una instalación con la que reflexiona sobre la identidad individual y se centra en el retrato y el autorretrato.

La muestra, titulada 'Ángel del fotomatón. De la identidad', incluye un autorretrato del autor y ahonda en uno de los temas capitales de su obra: el retrato y el autorretrato como signo de la identidad individual de cada ser humano.

La exposición ha sido presentada este viernes por el concejal delegado de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Pamplona, Fermín Alonso, y por el propio Aquerreta, y podrá visitarse en horario de martes a viernes de 18 a 20.30 horas, sábados de 12 a 14 horas y de 18 a 20.30 horas, y domingos y festivos de 12 a 14 horas.

Se trata de un proyecto de instalación compuesto por cuatro obras: dos esculturas en yeso que representan dos cabezas humanas y dos óleos sobre tabla con dos rostros, uno de ellos el del propio artista. La idea del fotomatón a la que alude el título de la muestra remite a la creación automática de imágenes como búsqueda de la neutralidad y el realismo.

En la poética de la obra de Aquerreta se percibe un intento de huir del presente y de las clasificaciones, de ahí su objetivo de elaborar imágenes atemporales y su interés por el mundo de los iconos y de las fotografías de carné, realizadas automáticamente por un fotomatón, según ha destacado el Ayuntamiento pamplonés en una nota.

Dilatada trayectoria

Juan José Aquerreta nació en Pamplona en 1946 y cursó estudios de dibujo y pintura en la Escuela de Artes y Oficios de la capital navarra, para continuar su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En la citada escuela pamplonesa ha impartido clases de pintura y dibujo durante casi 30 años.

A lo largo de su carrera como pintor y escultor ha protagonizado numerosas exposiciones, la última, titulada 'Madre de todos los hombres', este mismo año en el Museo Diocesano y en el Museo de Navarra.

La galería Marlborough de Madrid ha acogido también en los últimos años su obra en varias ocasiones y ha expuesto de forma individual en salas de San Sebastián, Bilbao, Barcelona, Cantabria o Mónaco.

También ha participado en numerosas muestras colectivas desde los años 60 hasta la actualidad, fundamentalmente en Pamplona y Madrid, ciudad en la que cuelga habitualmente su obra en la feria del arte Arco.

Entre los premios que ha recibido por su trayectoria artística destacan el Premio Nacional de Artes Plásticas, concedido por el Ministerio de Cultura en 2001; el Premio Príncipe de Viana de la Cultura en 2003 y el Prix International d'Art Contemporain de Montecarlo en 2000. Su obra está presente en numerosos museos y colecciones públicas y privadas.