El grupo automovilístico francés PSA Peugeot-Citroën y su socio estadounidense General Motors han ratificado este jueves su decisión de producir un nuevo monovolumen del segmento B en la planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza) a partir del año 2016.

Las dos multinacionales han hecho balance de su alianza estratégica (General Motors ostenta el 7 por ciento del capital de PSA), y en este contexto han confirmado el proyecto para la producción de este modelo común en la factoría aragonesa.

Asimismo, PSA y General Motors han anunciado la producción conjunta de un todoterreno compacto en la factoría de la corporación gala en Sochaux, al tiempo que han cifrado en 1.200 millones de dólares (876 millones de euros) las sinergias que prevén obtener hasta 2018.

El presidente de GM Europe, Karl-Thomas Neumann, destacó que los vehículos fabricados conjuntamente estarán altamente diferenciados y tendrán las características específicas de cada una de las marcas. Por su parte, el aún presidente de PSA, Philippe Varin, subrayó que la alianza con General Motors "progresa" y es un elemento "clave" para la reestructuración del grupo francés en Europa.

Apoyo de gm

Por otro lado, ambos socios han pactado que, en caso de que otros inversores entraran en el capital de PSA y apoyaran su alianza con General Motors, la compañía estadounidense respaldaría la operación con dichos inversores.

De hecho, PSA ha confirmado que está revisando su potencial industrial y comercial con distintos socios, entre ellos el grupo chino Dongfeng, en el marco de una eventual ampliación de capital.

Según fuentes al tanto de la situación, la compañía ampliará capital en 3.500 millones de euros para dar entrada en su accionariado a Dongfeng y al Estado francés, que tendrían una participación del 20% cada uno.

1.100

Millones por depreciación de activos

"No hay acuerdo sobre los términos de una potencial transacción. Las negociaciones están en fase preliminar y no hay certeza de que vayan a producir un resultado. PSA mantendrá informado al mercado sobre la conclusión de dichas negociaciones", afirma la empresa.

En otro orden de cosas, la compañía francesa ha reconocido que sus resultados financieros de 2013 incluirán una carga de 1.100 millones de euros por depreciación de activos, al tiempo que apuntó que cada punto porcentual de fluctuación entre el euro y otras divisas (real brasileño, peso argentino y rublo ruso) tiene un impacto en su resultado operativo de 80 millones de euros.