La nómina de clientes apoyados directamente por Miguel Blesa, en su época al frente de la por entonces pública Caja Madrid, incluye exministros, el presidente del Senado y hasta su sobrina, según los correos electrónicos filtrados a eldiario.es por una fuente anónima que se puso en contacto con la Comisión Anticorrupción del Partido X.

El exministro José Barrionuevo, titular de interior y turismo en los años 80, escribió en en 2009 al dirigente de Caja Madrid para mediar por unos "amigos de La Coruña". Barrionuevo expone la situación de una pequeña inmobiliaria que se ha declarado en concurso de acreedores y propone entregar siete viviendas a la entidad a cambio de solucionar su delicada situación financiera. "Estaría bien que pudierais asumilar", solicita el político.

Blesa escribe a sus sucesores lo siguiente: "El exministro Pepe Barrionuevo, con quien tengo buena relación, me pide este favor para unos amigos suyos. ¿Qué podemos hacer?". Se desconoce si la propuesta tuvo, finalmente, éxito.

La entidad dirigida por Blesa no parecía hacer, por entonces, discriminaciones por el signo político. En un correo electrónico dirigida a él, se lee claramente el trato de favor que se dispensa a antiguos cargos públicos empleados por la entidad. Un directivo escribía sobre Juan José Rosón, ministro del Interior con UCD, que "entró en la Caja en 1999 de la mano de García Alonso y Martin Villa (otro exministro de la UCD) y es una pesadilla por su escaso empeño y sobre todo su enorme irregularidad. He hablado con él en varias ocasiones, (...) le hemos buscado acomodo dentro de la Asesoria Jurídica en diferentes funciones, y en todas ha sido un fracaso".

A pesar de todo, se informaba a Blesa que el trabajo por encontrar acomodo a Rosón continuaba: "Actualmente tenemos pedido a RRHH que le busque acomodo fuera de Asesoría Jurídica y son incapaces de encontrárselo y que alguien lo acepte".

Otro que también pidió 'audiencia' a Blesa fue el actual presidente del Senado, Pío García Escudero, en 2007, cuando era portavoz del PP en dicha cámara. En este caso, el político popular se interesa por la delicada situación de uno de sus hermanos, empleado de la caja. Según parece, la entidad había detectado problemas en su desempeño laboral. "La situación es insostenible", aseguron desde la entidad, ya que parece que García Escuedero desaparecía de su puesto sin avisar, tenía problemas con empleados y clientes e incluso se advertía de que llegaba a la oficina con su perro.

En el intercambio entre Blesa y el portavoz popular se dice que llegaron a hablar en persona del asunto. El expresidente de Caja Madrid escribe: "He hablado con Pío y se ha sorprendido de lo que le contaba, dice que no tenía ni idea (???). Va a hablar con su hermano y me dirá. ¿Qué te apuestas a que el sujeto me pide hora?".

Lo siguiente que recibe el presidente de Blesa es un email de una colaboradora de García Escudero, desde una cuenta corporativa del PP, donde se adjunta una carta del hermano y protagonista de esta historia donde pide disculpas y justifica su conducta por problemas médicos.

En un mensaje de Blesa, en 2009, se puede ver cómo envía una carta manuscrita por su sobrina a su número dos, Matías Amat. En la misiva, la familiar del expresidente de Caja Madrid explica sus dificultades para hacer frente a un préstamo de la entidad y parece entrever que es empleada de la entidad, algo que según eldiario.es no ha querido confirmar la entidad. Blesa deja clara su postura: "Habrá que echarla una mano, y pronto".

Miguel Blesa fue imputado por su posible implicación en créditos irregulares al Grupo Marsans, caso por el que ingresó en prisión sin posibilidad de fianza. Solo pasó 15 días en la cárcel, ya que la Audiencia Provincial anuló la causa. Blesa, sin embargo, sigue imputado por la venta del City National Bank of Florida.