Los Mossos d'Esquadra, en colaboración con la Policía Local, han instalado un amplio dispositivo policial este jueves en el barrio de Sant Joan de Figueres (Girona), donde reside la comunidad gitana de la ciudad.

Según ha confirmado la policía catalana, la operación tiene la finalidad de actualizar el censo municipal del barrio, aunque se ha aprovechado el despliegue para inspeccionar las viviendas después del crimen del pasado 1 de noviembre, que se produjo en el cementerio de Figueres y en el que murió una persona.

Los agentes se han situado en los accesos del barrio y, tras los primeros registros, han localizado unas 700 plantas de marihuana y han detectado que el 60 por ciento de los inmuebles están conectados ilegalmente a la red eléctrica.

Los Mossos también han imputado a una persona por tráfico de drogas, mientras que la Policía Local se ha centrado en actualizar el censo de los habitantes que residen en el barrio de Sant Joan de Figueres.

El crimen que tuvo lugar el Día de Todos los Santos en la capital del Alt Empordà entre clanes de etnia gitana, después de una discusión pasional del presunto autor de los disparos y el fallecido, ha culminado con las represalias de las últimas semanas.

Desde el 1 de noviembre se han producido una serie de asaltos en viviendas que son propiedad de la familia del homicida, y 15 días atrás aparecieron muertos diez caballos y tres cabras en una cuadra de una persona próxima al acusado.