«Los políticos nos ignoran  porque somos gitanos»

El barrio de La Corta es, desde sus comienzos, un lugar marginado de la capital.
Los vecinos abandonaron la asociación por la falta de apoyo de las instituciones públicas. Desde hace dos años, Matías Basilcomich la ha retomado y tiene un proyecto ambicioso: dar trabajo a sus cerca de 2.000 habitantes y acabar con el analfabetismo y la delincuencia.

¿Por qué decidió hacerse cargo de la asociación?

Porque quiero que este barrio deje de ser marginal. Quiero verlo limpio, pintado y arreglado, pero se nos sigue negando cualquier tipo de ayuda.

¿Qué se ha conseguido  desde entonces?

Nada. Lo he intentado todo y a este paso tendré que recurrir al Defensor del Pueblo y a quien haga falta. Lo único que han hecho ha sido arreglarnos un muro. Al menos, he conseguido que vengan los taxis.

¿Por qué les sucede esto?

Muy sencillo. La discriminación y el racismo aún existe y está en todas partes. El 80 por ciento de los habitantes son gitanos, y por eso los políticos, que nos prometen mucho, al final no cumplen nada.

¿Qué les exigen?

Necesitamos un campo de fútbol, pintar las viviendas, construir casas nuevas y un parque para los niños. Tenemos que luchar contra el paro y el alto nivel de analfabetismo de los adultos.

Bio

Es comerciante, tiene 55 años y vive en el barrio desde hace ya cinco. Dice ser amante del teatro y el cante.

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