La Mejillonera abrirá un nuevo local en el Atrio de Santiago de Valladolid con más de 500 metros cuadrados

Los propietarios aún no han decidido si cerrarán definitivamente el establecimiento de la calle Pasión
Local del atrio de Santiago en el que se ubicará La Mejillonera
Local del atrio de Santiago en el que se ubicará La Mejillonera
EUROPA PRESS
Local del atrio de Santiago en el que se ubicará La Mejillonera

El hostelero Javier González Abadía proyecta abrir en 2014 una nueva Mejillonera en el Atrio de Santiago de Valladolid, en un local ya adquirido que permitirá contar con 45 mesas en un espacio de dos plantas con más de 500 metros cuadrados abiertos al público.

Como ha explicado el veterano empresario a Europa Press, se trata de "una ilusión" personal de poder abrir una Mejillonera "modernizada, con una mejor estancia y con más facilidades" después de que en 1969 se estableciera en Valladolid y creara el actual establecimiento, donde durante más de 43 años ha ofrecido miles de raciones de mejillones, patatas bravas y bocadillos de calamares.

Después de adquirir el local situado en la calle Héroes del Alcázar, junto al Hotel Roma, González Abadía ha estudiado el proyecto junto a sus tres hijos —dos de ellos regentan en Valladolid varios locales como Los Zagales de la Abadía y la taberna japonesa 'Wabi-Sabi'—, y ya cuenta con los primeros planos.

De hecho, en este espacio, que cuenta con una superficie total de 800 metros cuadrados en dos plantas, se puede observar ya un cartel que anuncia la próxima apertura de 'La Mejillonera del Siglo XXI', si bien como ha detallado el hostelero nacido en Zaragoza, posiblemente no abra las puertas hasta "después de las ferias de 2014".

Este nuevo establecimiento permitirá disponer de 45 mesas para variar ligeramente la concepción de La Mejillonera, pues como ha reconocido su propietario y creador, "los hábitos también han cambiado", ya que considera que actualmente los clientes "buscan más sentarse en una mesa que tomar algo en la barra".

González Abadía ha reflexionado que posiblemente se deba a que cuando abrió el primer local en los años 70, la clientela se conformaba principalmente de gente joven y trabajadores, pero en la actualidad muchos de aquéllos vuelven junto a sus hijos o nietos y, "lógicamente, ahora son más mayores".

Lo que, ha garantizado el hostelero, no va a modificarse serán los productos que se ofrezcan en la nueva Mejillonera. "Si llevo 43 años vendiendo lo mismo, no se me pasa por la cabeza cambiarlo", ha recalcado, aunque posteriormente ha apuntado que se podría incluir alguna nueva referencia, como las croquetas de mejillón recientemente incorporadas en la calle Pasión que "están funcionando bien".

El local, según los primeros planos, se estructurará en dos plantas una de las cuales, con más de 500 metros cuadrados, se abrirá al público con las 45 mesas y la zona de barra, mientras que en la otra planta se ubicará la zona de preparación y fabricación.

Según González Abadía, la idea que maneja actualmente la familia es que, al menos durante un tiempo, se cerrará el local de la calle Pasión cuando abra la Mejillonera en Héroes del Alcázar, aunque no ha concretado si el cierre será definitivo, porque en el caso de que el nuevo establecimiento "avance bien" se iniciará otro proyecto en local tradicional.

Más de 45

Años de trayectoria

Será el siguiente caso de una dilatada carrera hostelera comenzada a mediados de los años 60 en Zaragoza con 'El Campero' y 'El Calamar Bravo' y que ha llevado el modelo de La Mejillonera a 14 ciudades españolas, aunque la familia González sólo gestiona directamente las de Valladolid, Burgos, Oviedo, Zaragoza y Murcia.

Con su llegada a Valladolid inició el proyecto de La Mejillonera, con un formato en el que poco ha variado a lo largo de estos 40, y a los pocos años abrió otro establecimiento en la calle Perú, 'La Patata Brava', que ya no existe, e incluso puso sus miras al otro lado del océano, cuando abrió en 1984 un restaurante en Santo Domingo, del que al cabo de los años se ocuparía el también vallisoletano Jesús Ramiro.

En los años 90 volvió a ampliar el negocio en Valladolid, con la apertura de 'Los Zagales de la Abadía', un local del que ahora se encargan dos de sus hijos y que se ha hecho un nombre principalmente gracias a sus creaciones de pinchos, con los que han obtenido varios premios en los concursos de tapas local y nacional. Los descendientes de Javier González cuentan también desde el año pasado con un local basado en la cocina japonesa, la taberna 'Wabi-Sabi'.

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