La Fundació Juvanteny, que hacía el seguimiento de los niños tutelados por la Generalitat que acogía en su casa el presunto pederasta de Castelldans David D., se ha personado como acusación particular porque se siente "víctima", y ha sido aceptado por el juez que instruye el caso.

"La fundación se siente víctima del delito en el sentido de que lo único que le preocupa es el bienestar de los niños", ha explicado a Europa Press el abogado que representa a la entidad, Fermí Arias, que ha recordado que el juez también ha aceptado que la Generalitat se persone en la causa.

David D., de 48 años, está acusado de abusos a menores y de posesión de material pornográfico, en que aparecen algunos de los 14 menores —ninguna niña— que había acogido desde 1997, aunque estos hechos no se detectaron en ninguno de los 34 controles que pasó por parte de los trabajadores sociales de la entidad y de la Generalitat.

"Nuestra obligación es personarnos como acusación particular porque esto no puede quedar así", ha explicado el letrado de la fundación, a la que la Conselleria de Bienestar Social y Familia ha abierto un expediente para determinar si hubo negligencia en los controles.

"Este hombre ha conseguido ocultar sus actos durante mucho tiempo y engañar de una manera extraordinariamente perversa a gente que es absolutamente profesional para detectar situaciones como esta", ha señalado Arias.

Ha conseguido engañar a todos

Ha añadido que David D. "ha conseguido engañar a psicólogos privados y públicos, incluso al Hospital Sant Joan de Déu; a todo el mundo", y ha precisado que en el hospital barcelonés estuvo ingresado uno de los niños acogidos.

Además de la Fundació y la Generalitat, en el caso están personados cinco jóvenes, entre los que se encuentran algunos acogidos por el presunto pederasta y sus parejas sentimentales —que también aparecen en los vídeos—; todos ellos, ahora mayores de edad.

David D., que fue detenido el 27 de junio en Lleida e ingresó en prisión días después, llegó a acoger a la vez en su casa hasta ocho menores tutelados por la Generalitat.

Desde que empezó a acoger menores, en 1997, convivió con los jóvenes en tres domicilios distintos; el primero de ellos, en la ciudad de Lleida.