De pronto, se multiplicaron los divorcios y los chantajes, desaparecieron los cuadros de Van Gogh y hasta las gangas, se repartieron invisibles collejas y las faldas de una icónica vecina se alzaron como movidas por un misterioso viento, inalcanzables, volátiles cual esquivo perfume de nylon. Y todos se preguntaron, ¿qué está ocurriendo? ¿Será un fenómeno meteorológico extraño u obra del aire caliente?

No. Puede ser obra de los lectores invisibles, respondemos. Alguien oculto en la inmaterialidad, capaz de colarse en el espacio íntimo, disfrutar de espectáculos impúdicos, ser el espía perfecto...–sí, parece la descripción de Google–. ¿Quién no querría ser invisible? ¿En qué lugar te colarías si lo fueras? Es la pregunta del millón a unos lectores a los que no vemos el pelo...

"Me colaría en la cocina de Rajoy para ver lo que se cuece en el futuro de España", explica @albertoalvaro33, y nos plantea metódicas preguntas sin respuesta: ¿existe un lugar menos apetecible en el cosmos, si excluimos el helado cinturón de Kuiper? ¿Existe acaso futuro, o próxima hora, en España? "En casa de Mariano para hacerle la vida imposible, ¡como él lo ha hecho!", insiste, sin embargo, Ángel Galicia. Esto empieza a tener diagnóstico clínico. ¿No recuerdan que fue Rajoy el único jefe de Estado no espiado por Estados Unidos? Y encima quieren ustedes sumarle el efecto poltergeist. Imaginamos la mousse de pato de Mariano volando a la cara de su santa esposa –acto tipificadísimo, por cierto, en el Código Penal–.

"Me colaría en las sedes de PP, PSOE, sindicatos y CEOE para sacar sus trapos sucios, y solamente para empezar», explica el avatar U-95, directo al blanco, multiplicando los Bárcenas y los peces. Pero no podía ser la cosa tan fácil. A ciertos lectores no les cuadra este esquema. "A los que habláis de meteros en la intimidad de los políticos y sus respectivos: no tenéis ninguna posibilidad. Primero, porque las pruebas que conseguiréis no tendrían validez; segundo, porque os meteríais en un lío estupendo; y tercero, porque te convertirían en un paria, como a Julian Assange", explica Ahyur poniéndonos los pies en el suelo. Lo que en el argot de los espías se denomina sufrir coito interrumpido por flacidez de micrófono.

A pesar de todo, insistimos, tozudos cual invisibles maños. "En los sótanos del Banco de España, el resto ya vendría solo", dice Edgar Allan Plv. "Cogería a todos los políticos corruptos y les sacaría fotos en situaciones comprometidas. Después les enviaría una carta pidiéndoles ‘amablemente’ que se vayan", dice Crujehuesos. Sacarse los mocos, propios o ajenos, aún no está tipificado en la nueva Ley de Seguridad Ciudadana. Pero no pierdan la esperanza.

Tiempo al tiempo

¡Cuánto juez Garzón invisible tenemos entre los ciudadanos lectores! Y, sin embargo, quedan aquellos que usarían la invisibilidad según la describen los clásicos. "En la cama de la Mamen Mendizábal, por ejemplo», dice Nosdismemoro. "En la de Sofía Vergara", prefiere Herminio Bolaextra. "En los gayumbos de Ronaldo....", sueña Isabelium.

"Si pudiese ser invisible, lo utilizaría para ir a casa de mi profesor un día antes del examen final de la peor asignatura del máster que estoy haciendo y verlo, jeje", asegura José Antonio Bautista, expresando un sueño inmortal desde que el primer profesor nos pegara con su vara en tiempos del Estagirita. "Seguiría a mi novio todo el día a ver qué hace, de esa no se libraba", dice la apasionada matahari de @missbrownie9. "Me colaría en un avión que me llevara a Nepal para ver lo que más visibilidad merece: las maravillas desde lo más alto", nos sorprende @filocafetera. Lo sigue muy de cerca Laluzprodigiosa: "En cines, teatros, circos, aviones". Es la utopía de un mundo anterior a la subida del IVA.

"Por nada del mundo quisiera ser invisible. Soy demasiado vanidoso y narcisista", alega yatevale, que no quiere desprenderse del home cinema del espejo. Y así llegamos a la respuesta del misterio que planteábamos al principio, ¿quién robó las bragas de aquella chica? "Está claro, me colaría en casa de mi vecina", confiesa Hastalos. Pillado in fraganti.