El presidente del Congreso, Jesús Posada, asistirá este lunes a la colocación de una rejilla de ventilación agujereada por un impacto de bala del 23-F y que va a quedar expuesta al público en una urna de metacrilato en una de las salas del Palacio de la Carrera de San Jerónimo.

La pieza, que se retiró del hemiciclo en las obras desarrolladas el pasado verano, quedará colocada en un pasillo junto al vestíbulo del Palacio, muy cerca del Salón de Pasos Perdidos y del despacho del presidente del Congreso.

Marcada por uno de los disparos de los agentes de la Guardia Civil que protagonizaron la intentona golpista, a la rejilla le acompañará una leyenda que recuerde el triunfo del Estado de derecho frente al intento de frustrar el proceso democrático en España.

El objeto se exhibirá no muy lejos de la Constitución de 1978 o de un bastón de Nicolás Salmerón, presidente de las Cortes en la I República.

La idea ha partido de Jesús Posada, que era gobernador civil de Huelva durante el intento de golpe y tuvo que lidiar con la responsabilidad de ser la máxima autoridad de la provincia en aquellas horas de incertidumbre.

Hasta el pasado verano, la rejilla lucía su cicatriz en uno de los laterales del hemiciclo, por encima de las cabezas de los diputados del PP y bajo los pies de la tribuna de invitados.

Con las obras de los últimos meses, en las que se han modernizado los ya obsoletos equipos de climatización del salón, la rejilla fue sustituida por otra más moderna pero fue preservada.

Entretanto, poco a poco van desapareciendo los andamios en las fachadas del Congreso después de más de un año de trabajos de rehabilitación en las cubiertas.

La Puerta de los Leones ha quedado completamente despejada a la espera de las jornadas de Puertas Abiertas previstas para los próximos 3 y 4 de diciembre y que el año pasado no se pudieron celebrar en el Congreso precisamente por las obras.