La eurodiputada aragonesa del PSOE, Inés Ayala, ha destacado que "no hemos olvidado tampoco la ambición de atravesar un día el Pirineo por su centro, de modo que desde el Parlamento Europeo hemos logrado recuperar el proyecto de travesía central pirenaica, como se ha dicho".

El pleno del Parlamento Europeo ha confirmado la inclusión en la lista proyectos prioritarios al Corredor Ferroviario Mediterráneo y el Atlántico, ambos de interés para España, que deberán estar terminados en 2030 y podrán recibir ayudas de la UE con una tasa de cofinanciación del 40 por ciento.

En cambio, en la lista no figura el Corredor Central, pensado para unir España y Francia a través de un túnel por los Pirineos. Este proyecto fue defendido por la ministra de Fomento, Ana Pastor, pero finalmente sólo se le dedicarán fondos para estudios previos.

En su intervención en el pleno del Parlamento europeo, Ayala ha indicado que "solo espero que el consejero de Transporte de mi región, Aragón, no acabe poniendo en peligro la capacidad logística en la que este proyecto descansa", en referencia a Rafael Fernández de Alarcón.

Ayala ha añadido que "este Parlamento Europeo también ha previsto que aquellos proyectos que nos importan, como el restablecimiento del Canfranc o el corredor ferroviario Logroño-Castejón, sean susceptibles de ser financiados mediante la dedicación del 5 por ciento a estos proyectos de la red global. Esta financiación también podrá aplicarse a tramos viarios necesarios para mejorar, entre otras cosas, la seguridad vial".

La parlamentaria del PSOE ha precisado que "todas estas ambiciones legítimas y ahora concretadas en este Reglamento no servirán de nada si la preocupación y la red europea se ven confrontados y contradichos por decisiones nacionales de planes a medio y largo plazo que no prevén siquiera las aproximaciones a sus proyectos emblemáticos" entre los que ha citado el Lyon-Turín.

"Eso no puede ser; no podemos aceptar que los Gobiernos nacionales, que han peleado hasta el último minuto por incluir todas sus prioridades y proyectos, a la hora de la verdad, es decir, el 1 de enero de 2014, se sienten sobre su superávit ?el caso de Alemania? o sobre su déficit, posible o real ?el caso de Francia o España? y vuelvan a paralizar lo que constituye ahora una esperanza para el desarrollo económico y la creación de empleo".