La Unión de Consumidores de Galicia alerta de la imprecisión del etiquetado de alimentos en "cada vez más" productos con el objetivo de "curarse en salud" sobre posibles intoxicaciones motivadas por alergias de los usuarios.

En rueda de prensa, el secretario general de la unión de consumidores gallega, Miguel López Crespo, ha explicado que esta situación se produce toda vez que es conocido que un elevado porcentaje de personas padece algún tipo de alergia o intolerancia alimenticia.

Por ello, los fabricantes incorporan "afirmaciones genéricas" del tipo de "puede contener trazas de" o "elaborado en instalaciones en las que se utiliza el producto X", con lo que buscan "cubrirse las espaldas" ante una hipotética intoxicación.

"No es una buena estrategia comercial", ha destacado López Crespo, quien apunta, sin embargo, que las empresas "no están dispuestas a asumir el riesgo generado por una intoxicación" y de ahí que prefieran "renunciar a parte de su cuota de mercado".

Pérdida de la confianza

El responsable de la Unión de Consumidores de Galicia ha señalado a la "confianza" en la industria alimentaria como un factor fundamental a los ojos del usuario, para pedir a los grupos de distribución que impulsen la creación de etiquetas más precisas. "No es un buen mensaje decir que no sabemos qué entra o qué sale de nuestra fábrica", ha afirmado.

Así, se ha referido a las últimas crisis generadas por el descubrimiento de carne de caballo en hamburguesas y ha destacado que este tipo de noticias provoca una disminución "significativa" de la confianza en la industria alimentaria, pero, al mismo tiempo, puede acarrear, a su juicio, actuaciones preventivas de forma inmediata por parte de los grupos distribuidores.

Nuevo reglamento en 2014

López Crespo ha presentado este martes un estudio sobre marcas blancas comercializadas por distintos grupos de distribución —Alcampo, Carrefour, Día, Eroski, Froiz, Gadis, Hipercor, Lidl y Mercadona— con el objetivo de comprobar su adaptación a los aspectos regulados por el reglamento comunitario que entrará en vigor en diciembre de 2014.

Como conclusión, el trabajo refleja que hay empresas "que se toman muy en serio" el etiquetado, sobre todo respecto a las menciones que son obligatorias hoy en día, como es el caso de la lista de ingredientes, alérgenos, cantidad neta, fecha de duración mínima y de caducidad y lugar de origen o procedencia.

Sin embargo, detecta "diferencias muy significativas" en el apartado referido a menciones voluntarias, que serán obligatorias dentro de poco más de un año. Son, entre otras, las referidas a composición completa de los alimentos, tipografía diferente para los alérgenos e información obligatoria en las páginas web para la venta 'on line'. Para la información nutricional, la vigencia de la norma se atrasará hasta diciembre de 2016, excepto para aquellos que ya la están incluyendo.

Conservación y compra on line

A este respecto, y como ejemplos concretos, el portavoz de la unión de consumidores ha indicado que Eroski y Mercadona aportan datos adecuados sobre la conservación del producto una vez abierto, algo que ha valorado debido a la cantidad de alimentos "que acaban en la basura, muchas veces por falta de información".

En cuanto a la compra por Internet, Alcampo y Carrefour son los que "cumplen" el requisito que se implantará en diciembre del año próximo sobre la necesidad de aportar toda la información del etiquetado antes de que se efectúe la operación.

Semáforo nutricional

Por otra parte, Miguel López Crespo ha hecho un llamamiento a los dos grupos gallegos, Gadis y Froiz, para que fomenten la incorporación de información nutricional en las marcas propias y en las que comercializan.

Sobre este apartado, ha apostado por mecanismos visuales que favorecen la accesibilidad da la información para todos los consumidores, como los códigos de colores, entre los que se ha referido al "semáforo nutricional" que ya introducen algunas marcas. "Puede ayudar mucho", ha subrayado.

A mayores, ha hablado de algunos "pequeños incumplimientos" en los que ha abogado por avanzar, como el tamaño de la tipografía, el contraste de la tinta y los lugares en los que se ubica la información. "La información no solo debe figurar, sino que debe ser clara y accesible", ha remarcado.

Herramienta y aplicación para móvil

Por último, ha presentado una herramienta HTML desarrollada por el colectivo, que pondrá a disposición de centros escolares para "llegar a un público que no suele leer las etiquetas". De hecho, según ha afirmado, mientras el grupo de 25 a 44 años es el que más uso hace del etiquetado, el de los adolescentes se sitúa en el lado opuesto.

Por ello, también prevé poner en marcha un aplicación para teléfono móvil, de modo que los más jóvenes se animen a leer el etiquetado de aquellos productos que más consumen.