Los estafadores utilizaban los alrededores de la estación de Sants, especialmente las calles Viriat y Numància y la Ronda de Sant Antoni para exponer los coches que podían dejar largos períodos en la calle comprando tickets de la zona azul y verde con tarjetas falsificadas.

Dos meses de investigación

Tras una primera denuncia realizada el 28 de noviembre por Barcelona Serveis Municipals (BSM), la empresa que gestiona los parquímetros, los dos cuerpos policiales realizaron una investigación que culminó con las detenciones el miércoles pasado.

Todos los detenidos son argentinos, excepto dos uruguayos, y pertenecen a un mismo clan familiar de posible origen griego ya que sus apellidos apuntan a esta procedencia.

Los detenidos, algunos de los cuales tienen antecedentes por estafa, actuaban de forma jerarquizada con las funciones bien definidas.

En total se requisaron 50 vehículos entre los que tenían expuestos en la calle y los que aparecieron en tres locales de Barcelona y L'Hospitalet que sin ser concesionarios se dedicaban a la compraventa de vehículos de todo tipo.