Unos 60 trabajadores de la papelera Alier de Rosselló (Lleida) se han concentrado este viernes en la puerta de la planta en protesta por el anuncio de la empresa de plantear un expediente de regulación de empleo temporal de carácter rotativo para sus 140 trabajadores y cerrar la filial Celsum y sus históricas oficinas de Barcelona.

La concentración ha coincidido con el primer día de contacto entre el comité de empresa y la dirección de la compañía para comenzar a negociar el ERE en el que según el portavoz del comité, Josep Maria Bonilla (CC.OO.), la empresa no descarta despidos.

La protesta se repetirá el próximo viernes, jornada en la que el comité de empresa tiene prevista una nueva reunión con la dirección, según CC.OO.

En la factoría de Alier en Roselló trabajan 140 trabajadores; en la filial Celsum, también en Rosselló, 20, y en las oficinas de Barcelona, 12 más.

La empresa, fundada en 1833 y que está establecida en Rosselló desde 1886, tiene la voluntad de ofrecer a los trabajadores de Barcelona el traslado a Rosselló y de llegar a acuerdos con los que prefieran no continuar su relación laboral con la compañía, según explicó la semana pasada su director general, Antonio Pinos.

El 31 de octubre la compañía anunció el ERE argumentando que desde septiembre ha visto reducidas en un 25% las subvenciones que recibía por la planta de cogeneración que alimenta la fábrica, lo que, según sus datos, supone una caída de ingresos de 6 millones de euros anuales respecto al año pasado.