Acusado de verter ácido a unos niños al creer que eran hijos del juez Taín buscó "vengar" a sus "mascotas"

Admite que buscaba "un golpe mediático", pero niega que planease hacer "daño físico" a los menores y a dos mujeres afectadas

Un hombre acusado de verter ácido a tres menores, tras pensar que uno de ellos era hijo del juez José Antonio Vázquez Taín, y a dos mujeres, ha manifestado, en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña, que lo hizo para "vengar" a sus "mascotas" y ha rechazado que planease hacer "daño físico".

El procesado, Agustín U.C., de 62 años, y que cometió los hechos tras una condena impuesta por el juez Taín, ha admitido que culpaba a éste del "desguace que hizo familiar", ha señalado después de relatar que, tras salir de la cárcel, vivía en la calle.

Así, ha tildado de "injusto" que de pasar de comer con sus "gatitos", acabase comiendo "con lo peor de la sociedad". Sin embargo, ha negado, como han ratificado varios policías, que hubiese planeado los hechos, ocurridos en febrero de 2012 cuando los niños bajaban del autobús escolar, en la calle Juan Flórez.

"vengarse" del juez

Frente al testimonio de los agentes, que explicaron que se personó en comisaría "tranquilo" y explicando que quería "vengarse" del juez Taín, ha negado en el juicio que lo planease con tiempo. "No soy un criminal profesional, mi voluntad era vengar a mis mascotas", ha insistido.

En su declaración, sí ha reconocido que empleó "aguafuerte", pero minimizó los efectos del mismo. "Es lo que nos dan en la cárcel para limpiarnos", ha declarado. También ha argumentado que "rasca, pero no es peligroso".

SECUELAS

En la misma línea, ha rechazado que lo hubiese vertido directamente sobre la cara de las víctimas, un niño y sus dos primas de 6, 7 y 9 años, además de otras dos mujeres, una de ellas madre del primero y tía de las segundas.

Esta última testigo ha ratificado, en coincidencia con las lesiones descritas por la perito forense, que les vertió el líquido directamente sobre la cara. "Venía completamente envenenado", ha relatado sobre el estado del procesado.

En el caso de su hijo, ha dicho que sufrió daños en los ojos "y algo en la cara" y que presenta secuelas tanto físicas como psicológicas tras tres operaciones. En los mismos términos, se ha referido el padre de las menores. "Esto no se te olvida en la vida", han dicho.

Alevosía y reincidencia

En sus calificaciones definitivas, la fiscal y la acusación particular, representada por el letrado José Luis Gutiérrez Aranguren, han elevado su petición de penas de un total de 23 años de prisión, -por cinco delitos de lesiones- a un total de 24 años.

En concreto, el Ministerio Público ha reclamado que se aplicasen los agravantes de alevosía y reincidencia, petición a la que se ha sumado la acusación particular. Por el contrario, la defensa, que pide la absolución, ha pedido que se aplicasen, en caso de condena, las atenuantes de alteración psíquica y de confesión de los hechos.

"conciencia" de sus actos

Fiscalía y acusación particular han rechazado que se pudiesen aplicar ambas atenuantes. En el caso de la primera, se han referido a la declaración de un perito que examinó el acusado, con antecedentes por maltrato familiar. En la vista oral, ha ratificado que tiene "plena conciencia de los actos que realiza".

Por otra parte, solicitan indemnizaciones por los días de curación, que oscilan, en el caso del menor, a 11.000 euros y en el de la mujer con menores lesiones a 450 euros. También se reclaman para el Sergas 4.415 euros por los gastos asistenciales y hospitalarios.

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