Las brujas que quemó la misoginia

Una muestra retrata la cacería que desde el siglo XV mató por brujería a 60.000 europeas y 400 catalanas.
La violencia contra la mujer es tan vieja como el mundo. En 1616 un simple labrador podía acusar de brujería a una vecina y llevarla a la horca. Ése es el caso de Llorenç Calmell, que denunció a 200 mujeres del Rosselló y la Cerdanya, 20 de las cuales fueron colgadas.Las víctimas mortales de esta persecución, unas 60.000 europeas y entre 400 y 1.000 catalanas, protagonizan la exposición Per bruixa i metzinera. La cacera de bruixes a Catalunya, que acoge el Museu d’Història de Catalunya hasta el 27 de mayo.

Entre las 143 piezas que se muestran, destaca un maleficio inscrito en una placa del siglo ii, varios grabados de Francisco de Goya y un original de las Ordinacions de les Valls d’Àneu (1424), que es la referencia catalana más antigua sobre la existencia de brujas satánicas.

La Inquisición, inocente

Mujeres pobres, ancianas y que vivían solas es el perfil más común de los 110.000 procesados entre los siglos XV y XVII. Esta exposición descubre la misoginia que se escondía detrás de muchas denuncias y desmiente un tópico: la Inquisicón y la Iglesia no protagonizaron la persecución, sino las protestas contra ella. Toda una sorpresa.

* Museu d’Història de Catalunya (Plaça de Pau Vila, 3). Entrada 2,40 euros. Hasta el 27 de mayo.

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