Irán ralentiza la expansión de su programa nuclear mientras EE UU pide relajar las sanciones

  • Estados Unidos se ha mostrado a favor de relajar las sanciones contra Irán para facilitar que el problema nuclear tenga una salida diplomática.
  • Irán solo ha enriquecido 10 kilos de uranio en los últimos tres meses y no ha aumentado el número de centrifugadoras en sus instalaciones.
  • El gobierno iraní sostiene que no pretende fabricar armas atómicas.
El presidente de Irán, Hassan Rowhan, en una imagen reciente.
El presidente de Irán, Hassan Rowhan, en una imagen reciente.
EFE/EPA/ABEDIN TAHERKENAREH
El presidente de Irán, Hassan Rowhan, en una imagen reciente.

Irán parece más dispuesto a ceder a las exigencias internacionales y ha congelado la expansión de su polémico programa nuclear, aunque no ha suspendido sus elementos más sensibles, tal como pide el Consejo de Seguridad de la ONU.

Según el último informe técnico del Organismo Internacional de la Energía Atómica, difundido este jueves en Viena, Irán mantiene estable el nivel de uranio enriquecido y el número de centrifugadoras para producir ese material fisible, al tiempo que no avanza en la construcción del reactor de plutonio de Arak. Se trata de las partes más delicadas del programa nuclear iraní, ya que ambas producen materiales que pueden servir para fabricar armas atómicas.

De acuerdo al informe reservado Irán mantiene depositados 196 kilos de uranio altamente enriquecido al 20%, solo 10 kilos más que hace tres meses.

Al dominar el enriquecimiento hasta esos niveles, Teherán ya se encuentra cerca de poder purificar el uranio al 90%, necesario para fabricar bombas atómicas, destacan los críticos con el programa iraní. Teherán alega que necesita ese uranio enriquecido para un reactor científico en la capital, donde se producen isótopos para la lucha contra el cáncer.

Por otra parte, el Organismo Internacional de Energía Atómica destaca en su informe que Irán ha decidido no instalar nuevas centrifugadoras para enriquecer uranio. La cantidad de esos equipos, que centrifugan el uranio en gas para purificarlo, se mantiene estable en unas 19.500 unidades, repartidas por diferentes plantas de producción en el país.

En el anterior período de inspección, entre mayo y agosto, Irán había instalado unas 1.800 nuevas centrifugadoras, incluyendo las IR-2, una versión más moderna y rápida que las IR-1. "No existe ninguna decisión técnica para no haber aumentado el número. Es solo una cuestión de elección", dijo un diplomático, conocedor de la investigación sobre Irán.

En el caso del reactor de agua pesada de Arak, los inspectores han detectado una "congelación" de sus avances, agregó otra fuente. "El ritmo de producción ha sido muy bajo, y no tiene tampoco ninguna explicación técnica", señaló este diplomático. Según el informe, no se han instalado compuestos de importancia en Arak, aunque continúa cierta producción de material fisible.

Fruto de las negociaciones

Este freno en la expansión del programa nuclear iraní se produce en medio de las recientes negociaciones entre Teherán y la comunidad internacional sobre un primer acuerdo diplomático para solucionar este conflicto, que ya dura 10 años.

Además, coincide con la llegada al poder del nuevo presidente Hasán Rohaní, considerado más moderado que su antecesor y que ha decidido mejorar sus relaciones con la comunidad internacional, incluyendo Estados Unidos.

En todo caso, el OIEA sostiene en su informe que "contrariamente a las pertinentes resoluciones" de la Junta de Gobernadores del OIEA y del Consejo de Seguridad de la ONU, Irán no ha suspendido sus actividades relacionadas con el enriquecimiento". Lo mismo se constata en relación con Arak, cuya puesta en funcionamiento está prevista para el año que viene, algo que las fuentes consultadas ponen en duda.

Así las cosas, los inspectores del OIEA concluyen que siguen sin poder dar garantías sobre la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní.

La comunidad internacional teme que bajo el paraguas de un supuesto programa nuclear civil, la República Islámica esté desarrollando las capacidades y los materiales para la construcción de bombas nucleares, algo que Teherán rechaza.

Los ministros de Exteriores de EE UU, Rusia, Francia, China, Reino Unido y Alemania estuvieron la semana pasada cerca de cerrar con Irán un primer acuerdo para desbloquear una solución dialogada del conflicto. Israel y Estados Unidos no ha descartado un ataque militar contra las instalaciones nucleares de Irán, pero el Gobierno estadounidense se ha mostrado partidiario de relajar las sanciones a este país.

Las potencias proponen levantar algunas de sus sanciones a cambio de que Irán congele por completo algunas partes de sus actividades nucleares, incluyendo el enriquecimiento de uranio, lo que Teherán sigue rechazando, por lo que aún no se ha llegado a un acuerdo.

El OIEA firmó el lunes pasado un acuerdo con Irán para iniciar inspecciones más profundas en ese país, incluyendo instalaciones y lugares que no habían sido visitadas hasta ahora. El 21 y 22 de noviembre está previsto un nuevo encuentro en Ginebra entre Irán y las potencias mundiales, mientras que el OIEA se reunirá con técnicos iraníes el 11 de diciembre.

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