Un jurado declara culpable a un hombre acusado de matar a un menor que entró en su finca

Un jurado popular ha declarado culpable de un delito de asesinato a un hombre acusado de matar a un menor que entró en su finca de San Pedro de Alcántara, en la localidad malagueña de Marbella, para coger hojas de marihuana, según han informado fuentes judiciales. Otras fuentes han indicado que se ha apreciado la circunstancia que atenúa la pena de reparación del daño.

Un jurado popular ha declarado culpable de un delito de asesinato a un hombre acusado de matar a un menor que entró en su finca de San Pedro de Alcántara, en la localidad malagueña de Marbella, para coger hojas de marihuana, según han informado fuentes judiciales. Otras fuentes han indicado que se ha apreciado la circunstancia que atenúa la pena de reparación del daño.

Los hechos sucedieron en octubre de 2011. La Fiscalía pedía al principio 17 años y medio de prisión y el pago de una indemnización de 100.000 euros a los familiares de la víctima. La acusación particular, en representación de la familia, solicitó al comienzo 20 años de cárcel, aunque luego se sumó a lo pedido por el ministerio público. Tras el veredicto, la petición es de 15 años de cárcel.

Según las conclusiones provisionales presentadas por el ministerio público, la víctima, de 15 años, entró en la finca del procesado de madrugada porque pretendía coger hojas de marihuana que el acusado, de 60 años, había cultivado allí. Cuando el hombre se dio cuenta, cogió una escopeta de la que tiene licencia y, según esta acusación, la cargó con cartuchos

Entonces, salió al encuentro del joven y, "con la intención de acabar con su vida", hizo un disparo en la cabeza "sin posibilidad de defensa alguna" por parte de la víctima. El menor sufrió heridas en la cabeza y en el cuello y murió en el acto al sufrir una hemorragia. Para no ser descubierto, el acusado trasladó el cuerpo en un vehículo hasta un terreno situado cerca del Río Guadaiza, donde lo depositó.

El acusado declaró en el juicio ante el jurado que se le disparó la escopeta al caerse hacia atrás, aunque reconoció que, posteriormente, limpió la sangre y llevó el cuerpo de la víctima hasta una carretera. El hombre, que pidió perdón a la familia, relató que escuchó el escándalo de sus perros y entonces supo que "había alguien" en la finca.

En ese momento, cogió la escopeta que tenía dentro de casa porque ese día había ido a cazar y le metió un cartucho, sin ponerle el seguro. Salió y se encontró de frente al joven, que se escondió detrás de un coche, diciéndole el procesado que "se largara a su casa e, incluso, le iba a abrir la puerta", apuntó en la declaración que hizo, visiblemente emocionado, ante el jurado.

Entonces, aseguró, la víctima salió con un palo y él comenzó a ir hacia atrás, "me iba a quitar de en medio", aunque se cayó, al tropezar con un montículo de arena, pegó un codazo en el suelo y el arma se disparó. Dijo que quiso hacer una tontería y se disparó, pero solo tenía un cartucho. Luego se acercó a la víctima, lo tocó y vio que no tenía pulso.

El acusado explicó que estaba preocupado por si su hijo de ocho años, que estaba en casa durmiendo con su mujer, "sin enterarse de nada", salía y veía aquello, así que quitó la sangre y llevó el cuerpo cerca de una carretera "para que lo vieran pronto". Asimismo, apuntó que había estado en tratamiento psicológico y ese día había fumado algún porro.

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