La presidenta del Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA), Emelina Fernández, ha rechazado este miércoles el cierre de la Radio Televisión Valenciana (RTVV) y ha considerado "prácticamente imposible" que haya algún "peligro" que en estos momentos pueda culminar en un final igual para la Radio Televisión Pública de la comunidad andaluza (RTVA).

En declaraciones a Europa Press, Fernández ha negado tajantemente esta posibilidad porque, en su opinión, la RTVA está cumpliendo desde su nacimiento hace ya casi 25 años su "función de vertebrar" Andalucía con una programación que, pese a que puede tener "cosas que no gusten a la gente", es "cercana" y fomenta la cohesión entre los ciudadanos.

"Andalucía es una región tan grande como Portugal o incluso más grande que otros países y creo, sinceramente, que a lo largo de su historia ha cumplido la función de vertebración. Es una televisión que acerca a la ciudadanía aunque pueda tener cosas que no gusten a la gente, que eso es legítimo y, además, lógico porque no existe ninguna programación cumpla todos los objetivos y que contente a todos", ha argumentado la máxima responsable del CAA.

Es por ello por lo que Fernández no ve "peligro de que se cierre" aunque ha preferido no entrar a valorar si el ente público necesita poner en marcha medidas para reducir su déficit o su plantilla, tal y como se reclama desde algunos sectores sociales y políticos. "No me puedo pronunciar sobre ello porque lo desconozco. De lo que sé es de analizar su programación, sus objetivos y su contrato programa, que es mi competencia", ha dicho tras insistir en que esas otras medidas recaen, en su caso, en el equipo directivo de la RTVA y su Consejo de Administración.

Sobre el cierre de la Televisión Pública Valenciana, Fernández no sólo ha lamentado su cierre sino también que, como consecuencia de ello, se "esté hurtando a los ciudadanos de la posibilidad de tener acceso a una información de cercanía y, además, en valenciano".

Asimismo, ha advertido de que el cierre de la RTVV pondrá en jaque a toda la industria audiovisual que en cada autonomía se genera alrededor de la televisión pública. "Si desaparece el motor, desaparece la industria audiovisual que se ha creado en torno a él", ha concluido no sin mostrar su rechazo al "cierre o eliminación de cualquier medio audiovisual o cabecera", noticias que considera "siempre malas" para una sociedad democrática.