El nuevo Código de Edificación exigirá ahorro de energía a todos los edificios, no solo a los nuevos

  • La modificación del Código Técnico de Edificación entrará en vigor en marzo.
  • Desde ese momento, las reformas en edificios antiguos tendrán que cumplir más requisitos para alcanzar un consumo energético casi nulo.
  • El 60% de los 26 millones de viviendas se construyeron sin normativa energética.
Un edificio antiguo con la fachada rehabilitada.
Un edificio antiguo con la fachada rehabilitada.
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Un edificio antiguo con la fachada rehabilitada.

El actual Código Técnico de Edificación data de 2006 y según exigencias europeas debió ser renovado en los 5 años posteriores. No ha sido así y el nuevo código –el conjunto de normas que regulan la construcción de edificios– entrará en vigor en marzo. Lo mas importante es que el nuevo Código Técnico de Edificación exigirá ahorro de energía a todos los edificios y no solo a los nuevos.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) de los alrededor de 26 millones de viviendas que hay en España, 15 millones tienen más de 30 años y 6 millones más de 50. Aproximadamente, 2 millones están en mal estado de conservación. Y, de todas ellas, el 60% (15,6 millones) se construyeron sin seguir ninguna normativa energética.

El gasto energético de los edificios representa el 17% del total de la energía que se consume en España. La Unión Europea pretende que sus edificios tengan un consumo energético casi nulo. Como recuerdan desde Anida, los inmuebles públicos deben conseguirlo a partir del 31 de diciembre de 2018 y los privados nuevos, desde el 31 de diciembre de 2020. Para ello se creó el Certificado de Eficiencia Energética y se reforma el Código Técnico de Edificación.

De la etiqueta al código

Para adaptarse a las exigencias comunitarias, España dio el primer paso en junio de este año, al establecer que todos los inmuebles en venta tendrían que contar con un Certificado de Eficiencia Energética. La etiqueta energética que durante años hemos conocido para los electrodomésticos se aplicaba a la vivienda –de la A (máxima eficiencia) a la G (mínima)–.

El siguiente paso ha sido la modificación del Código Técnico de Edificación. El texto original del CTE es de 2006 y exigía unos requisitos mínimos en cuanto a control del gasto energético de las nuevas construcciones que se han demostrado insuficientes. Debía haberse renovado cinco años después, de modo que la reforma llegará con 3 años de retraso.

La primera novedad de la modificación, que entrará en vigor en marzo, es que antes se contemplaba sólo la eficiencia energética en las nuevas construcciones, mientras que ahora también afectará a los inmuebles construidos.

Las reformas que se produzcan en edificios antiguos tendrán que cumplir con los requisitos que exige el CTE. Por ejemplo, si una obra afecta al 25% o más de los aislamientos térmicos del edificio (ventanas, persianas, toldos, muros exteriores, sistemas de ventilación…), o bien si se va a dar un uso diferente a la propiedad. Ambas modificaciones deberán lograr al menos un Certificado de Eficiencia Energética D (medio en la escala).

Para viviendas nuevas, el CEE mínimo también será una D. Mayor exigencia tendrán los inmuebles no destinados a vivienda, como las oficinas o las naves, los que deberán obtener una calificación A o B.

Aunque no será el único método. Si a éste se suman unos cerramientos adecuados (ventanas sobre todo), sistemas de calor y frío eficientes –adaptados a las distintas zonas y necesidades– y de bajo consumo, y límites estrictos a la iluminación, se obtendrá una calificación B o A del edificio.

Si en España hay unos 26 millones de viviendas, como calcula el IDAE, sería necesario rehabilitar una media de 400.000 viviendas por año para cumplir con los objetivos marcados por la UE para 2018 y 2020.

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