El concejal de Gestión Municipal, Javier Guerra, trató de convencer a la oposición durante el pleno de ayer, diciéndoles que se trata de un presupuesto «realista, vertebrado y social».Sin embargo, estos términos fueron rebatidos uno a uno por los otros partidos. El más crítico fue, en un principio, el ex alcalde Manoel Soto, del PG, que tildó al Gobierno de Corina Porro de «falso, tramposo y mentiroso», para después abstenerse de la votación.
Los nacionalistas del Bloque negaron su apoyo al presupuesto, principalmente, por la «falta de atención» que le presta el Concello a las parroquias. Mientras, el PSOE acusó al Gobierno popular de «falta de transparencia» y le echó en cara el no hacer caso a «las quejas de los ciudadanos» y «no subsanar los problemas de las parroquias o del Casco Vello».
De esta manera, la mayoría de las inversiones previstas para 2007 se quedan paralizadas y el Gobierno local se vuelve a quedar con un presupuesto prorrogado por segundo año consecutivo.
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