Familiares, académicos y autoridades dan su último adiós a Claudio Guillén

  • Claudio era hijo del poeta Jorge Guillén.
  • Murió en su casa, mientras veía una película.
  • Era una autoridad en Literatura Comparada. 
Fotografía de archivo de Claudio Guillén.
Fotografía de archivo de Claudio Guillén.
Gustavo Cuevas / Efe
Fotografía de archivo de Claudio Guillén.

Los restos mortales del escritor y académico Claudio Guillén, fallecido el sábado a medianoche, a los 82 años, recibieron hoy sepultura en el Cementerio Civil de Madrid, en un acto al que asistieron familiares, amigos, numerosos académicos y las ministras de Cultura y de Educación.

Carmen Calvo, titular del Ministerio de Cultura, y Mercedes Cabrera, responsable del de Educación y Ciencia y la concejal de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Alicia Moreno, acompañaron, entre otros, a Margarita Hernández y Virginia Guillén, la viuda y la hija del escritor, y a Teresa, la hermana de quien estaba considerado uno de los mayores expertos en literatura comparada.

También asistieron  el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, y el director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina,

Una muerte inesperada

Nadie esperaba la muerte de Claudio Guillén, hijo de Jorge Guillén, el gran poeta de la Generación del 27. Falleció de repente mientras veía una película en televisión, y la sorpresa y el dolor se reflejaban aún en el rostro de sus compañeros académicos y en el de los representantes del mundo universitario que se acercaron a darle el último adiós.

Guillén era un hombre extraordinario, tanto desde el punto de vista intelectual como del humano
Antonio Muñoz Molina, para quien Guillén "era un hombre extraordinario, tanto desde el punto de vista intelectual como del humano";
Arturo Pérez-Reverte,
Javier Marías -cuya
Carmen Iglesias, Margarita Salas, José Manuel Sánchez Ron y
José Antonio Pascual acudieron al Cementerio Civil, muy próximo al católico de la Almudena.

Cerca de las tumbas en las que están enterrados Francisco Pi Margall, Pablo Iglesias, Dolores Ibarruri, Francisco Giner de los Ríos, Pío Baroja o Blas de Otero, descansan desde este lunes los restos mortales de Claudio Guillén, un hombre que, como contaba el domingo García de la Concha, "estaba lleno de proyectos y de ilusiones".

Uno de esos trabajos era la dirección literaria de la Biblioteca de Literatura Universal (BLU), cuyo último volumen, dedicado a la narrativa de Goethe, se había presentado este lunes en la Biblioteca Nacional, en un acto presidido por Carmen Calvo.

La ministra decía en el cementerio que la muerte de Guillén es "una pérdida irreparable para la cultura española, para la memoria intelectual de este país y, también, para el Ministerio de Cultura".

La Academia de la Lengua, a la que Guillén pertenecía desde 2002, estuvo también representada en el entierro por Carlos Bousoño, Antonio Fernández Alba, Juan Luis Cebrián, Alvaro Pombo, Francisco Rodríguez Adrados, José Manuel Blecua y Valentín García Yebra, entre otros.

Claudio Guillén ha sido considerado una autoridad en Literatura Comparada, disciplina sobre la que ha realizado un número importante de trabajos, buena parte de ellos dedicados al Renacimiento.

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